18 sept. 2025

Burocracia para restaurar templos se impone al igual que sus grietas

Iglesias de Yaguarón y de San Joaquín urgen intervención desde hace décadas. Problemas licitatorios, de protocolos y presupuesto son algunas trabas.

Las obras no arrancan y el riesgo de derrumbe avanza. Severas grietas, boquetes y termitas al acecho consumen a diario históricos templos nada menos que declarados como Patrimonio Nacional. Dos casos concretos son: el franciscano San Buenaventura de Yaguarón, en el Departamento de Paraguarí, y el jesuita San Joaquín y Santa Ana, de la comunidad que lleva el mismo nombre que el santo, en la zona de Caaguazú.

En ambos distritos los pobladores ya realizaron una serie de movilizaciones; marchas, abrazo comunitario al templo, decenas de notas remitidas a las instituciones públicas y reuniones, en ocasiones hasta acaloradas, con las autoridades para exigir que se concreten las intervenciones. Pero, sobre todo, para que sean en forma.

San Joaquín. El edificio, construido cerca del año 1746, se encuentra en peligro de derrumbe por las vigas podridas, techo con goteras, avance de humedad, fisuras de gran proporción en la pared de adobe y termitas consumiendo el retablo.

Al no existir avance en obras, los moradores actualmente acordaron realizar constantes manifestaciones. “Tenemos el compromiso, sobre todo de un amplio número de jóvenes, para las movilizaciones que serán graduales”, relata Bazán. Iniciaron con concentraciones en el templo y no descartan el cierre de ruta y hasta la toma de los entes competentes.

Los moradores habían cuestionado que la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) tardó más de siete meses, en el 2020, en aprobar el protocolo de intervención elaborado por el equipo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA).

La directora de Patrimonio Cultural de la SNC, Ángela Fatecha, indicó que el equipo que retuvo por tanto tiempo el documento ya no se encuentra en Cultura. Pero dijo que ahora el problema es la falta de presupuesto. Se precisarían cerca de G. 9.000 millones para la restauración integral. Afirmó que junto con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) presentaron la solicitud ante el Congreso Nacional, ya que este último ente tuvo un recorte del más de 90% para la restauración de edificios patrimonios, indicó Fatecha.

Yaguarón. Una obra estancada. Hace más de 30 años que el templo espera una restauración integral. Luego de cinco años de fallidos procesos licitatorios y contrato, en el 2020 se adjudicaron a la empresa Barrail Hermanos los trabajos de restauración.

En paralelo, la comunidad junto con autoridades locales y la Diócesis de Carapeguá decidieron contratar a los profesionales: María José Diez, doctora española especialista en restauración, y el arquitecto boliviano Javier Mendoza, especialista en estructura de madera, para que se encarguen de la elaboración del protocolo de intervención. Afirman que es con el fin de asegurar que la restauración sea en forma. La presencia de los extranjeros no habría sido de amplia (ni estrecha) aceptación por parte de los otros técnicos, en general.

El protocolo además fue objetado por Cultura y sin esta aprobación los trabajos no podrán iniciarse.

Fatecha señaló que entregaron otro protocolo que no se ceñía a lo que exige el proceso licitatorio. Entre los cuestionamientos figuran: la falta de firma del responsable, aspectos que tienen que ver con la metodología, planos, no incluir presupuesto, falta de habilitación de profesionales en el país con registro del MOPC y otros.

Haremos movilizaciones graduales para exigir la restauración del templo; cierre de rutas y hasta toma de entes. Gustavo Bazán, poblador de San Joaquín.