Bajo una controvertida tutela legal desde 2008, la cantante pop Britney Spears habló ayer ante un tribunal de Los Ángeles en la batalla por el control de sus asuntos por parte de su padre.
Las finanzas y los asuntos personales de la estrella estadounidense de 39 años han sido administrados en gran medida por Jamie Spears desde su colapso nervioso público hace más de una década, lo que llevó a miles de fanáticos a lanzar en los últimos años la campaña en línea #FreeBritney.
Spears rara vez ha hablado directamente sobre el tema en todo estos años, pero tendrá la oportunidad de dirigirse a la jueza Brenda Penny por videoconferencia el miércoles.
“Britney quiere dirigirse a la corte directamente”, dijo su abogado Samuel Ingham en abril, sin especificar los motivos detrás de la petición de la cantante.
Es previsible que Spears quiera abordar los términos de su tutela, y específicamente el papel de control de su padre, con quien ha tenido una relación difícil desde hace largo tiempo.
Spears presentó una solicitud el año pasado para excluirlo de la tutela y dar el poder exclusivo sobre su patrimonio a una institución financiera.
Su abogado designado por el tribunal dijo que ella tenía “miedo” de su padre.
Un ejército de fans devotos de Spears escudriñan sin descanso sus cuentas de redes sociales en búsqueda de pistas sobre su bienestar y cualquier señal de que pueda estar ocurriéndole algo.