“Los doctores me dijeron que ya no me pueden operar por el problema de mi corazón. Tengo dos stents coronarios. Dice que las posibilidades que tengo son muy pocas. Como sentía tanto dolor por mi hernia, le pedí a la Virgen que me ayude y que vendría a verla hasta donde pueda. Ahora estoy mucho mejor y al llegar acá sentí una emoción muy grande”.
Elvira viajó desde su natal Jasy Cañy, Departamento de Canindeyú, con uno de sus hijos, Vicente Portillo, quien deja escapar algunas lágrimas al ver a su madre poder desplazarse con seguridad y actitud. Dice que por ella desde hace varios años camina desde Coronel Oviedo hasta la Villa Serrana, y desde el año pasado llega hasta la Capital Espiritual con su progenitora.
A sus 73 años llega caminando al Santuario para agradecer la vida