El brasileño lideraba una organización criminal considerada como la mayor contrabandista de cigarrillos de Brasil y estaba preso en Paraguay aguardando la autorización para su extradición, de la que consiguió librarse por varios meses de la extradición en Paraguay gracias a un soborno de 600.000 dólares que supuestamente le pagó al entonces jefe de Gabinete de la Presidencia paraguaya, Juan Ernesto Villamayor.
Boscatto también es investigado en Brasil en el marco de la Lava Jato, la mayor operación de combate a la corrupción en la historia del país, por sus vínculos con Darío Messer, uno de los mayores cambistas del país, que usaba sus empresas para facilitar el lavado del dinero.
Messer, que se escondió de las autoridades brasileñas en Paraguay por varios meses, es el principal blanco en un proceso de la Justicia brasileña por lavado de dinero en el marco del cual llegó a ordenarse el arresto del ex presidente paraguayo Horacio Cartes, a quien se refería como su “hermano del alma”. EFE