Los datos, que incluían números de cédulas de identidad y hasta direcciones de domicilios o teléfonos personales, se publicaron en redes sociales, y luego borrados, en algunos perfiles que se calificaron como miembros del grupo de hackers global Anonymous. Aunque las publicaciones y perfiles se eliminaron después, el Ministerio de Justicia ordenó a la Policía Federal que investigue el origen de los mensajes, sin confirmar si los datos eran reales.
REAPERTURA. Habitantes de Río de Janeiro empezaron a regresar ayer a las playas, en la fase inicial de un proceso de desconfinamiento y reapertura económica que algunos expertos creen precipitado, puesto que la curva de casos de Covid-19 sigue en aumento.
“En la situación actual, relajar las medidas es echar leña al fuego”, alerta Rafael Galliez, infectólogo de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). Salvo bloqueos puntuales en algunos barrios, no se impuso cuarentenas estrictas. El confinamiento se limitó al cierre de bares y comercios no esenciales, con control policial en playas.
Brasil llegó ayer a los 31.199 muertos por coronavirus, tras sumar un nuevo récord de 1.262 óbitos en 24 horas, según el Ministerio de Salud. Ubicado como cuarto país del mundo en número de muertos y segundo en contagios, sumó ayer 28.936 nuevos casos, totalizando 555.383. AFP Y EFE