“La semana que viene, el martes y el jueves, iremos al Pantanal para continuar con el combate a los incendios y contamos con la población para que no hagan nada que pueda aumentar el riesgo de fuegos”, dijo Salles en una rueda de prensa durante la ceremonia de reapertura del Cristo del Corcovado, en Río de Janeiro.
El ministro también aseguró que las autoridades brasileñas seguirán trabajando para intensificar las medidas de prevención y combate a los fuertes incendios que castigan y amenazan a los diferentes biomas de Brasil, sobre todo en esta época del año, que coincide con el periodo de sequía en el país.
“El Gobierno ha invertido desde el inicio (de los incendios), organizado con los órganos de fiscalización y los cuerpos de bomberos, en el aumento de los recursos, de infraestructura y equipos” de combate a las llamas, completó Salles.
FOCOS. Datos oficiales muestran que los focos de incendio aumentaron un 240% en lo que va de año en el Pantanal brasileño con respecto al año pasado, lo que llevó a las autoridades del estado de Mato Grosso do Sul a declarar el estado de emergencia.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), la región, que es la mayor planicie de inundación del mundo, registró además en julio sus peores incendios de la historia.
Asimismo, solo en las dos primeras semanas de agosto de 2020 los incendios en el Pantanal ya superaron el total registrado en todo el mes de 2019.
Las llamas igualmente vuelven a amenazar la Amazonía brasileña, donde los incendios aumentaron un 28% en julio frente al mismo mes de 2019 y despertaron el temor de ambientalistas de que se repita la tragedia vivida el año pasado en el mayor bosque tropical del planeta.
El incremento de los incendios, los más elevados para el mes de julio desde 2017, ha continuado pese a las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro ante la presión internacional tras los devastadores fuegos de 2019 que devoraron parte de la Amazonía.