La crisis hídrica en la cuenca del Paraná, debido a la rara sequía y la falta de lluvias que golpea desde hace varios meses a Brasil y amenaza el abastecimiento de electricidad en el gigante sudamericano, también pone en riesgo la navegabilidad del río, siendo esta última cuestión en detrimento del otro, según revelan medios brasileños.
Para el ingeniero paraguayo Axel Benítez, lo preocupante para el Paraguay no es la crisis energética dada a causa de la bajante del río Paraná, ya que el lado paraguayo tiene asegurada su parte del consumo energético ante una baja producción como la actual, sino la amenaza que se erige sobre la navegabilidad.
El profesional califica que el río Paraná es un cauce hídrico de gran valor estratégico, considerando que el Paraguay es un país mediterráneo y la economía debe mover un importante volumen para la exportación de granos.
“No es un fenómeno que se da por primera vez y esta crisis energética no es nueva, ya que sucedió en 2001, con el racionamiento brasileño, y también en el 2014. Sin embargo, el problema no es la crisis energética, nuestro problema como país es la falta de planificación”, sostiene Benítez.
La crisis del agua que golpea la cuenca del río Paraná en Brasil y Paraguay genera una disminución en la producción de energía eléctrica y también impacta en el transporte fluvial de granos en ambos países, lo cual beneficiaría el uso de otros tipos de transporte, ya sea por camiones o el sistema férreo en el vecino país, según reporta el medio brasileño Money Times.
El ONS (Operador del Sistema Eléctrico Nacional) de Brasil propuso limitar el caudal hídrico y la navegación para asegurar el nivel de los ríos, buscando priorizar así la producción de energía. Mientras que Paraguay ve asegurada la provisión de energía, Brasil podría optar por el racionamiento en caso de bajas en la producción, según reportan medios brasileños.
Para paliar el efecto negativo de la bajante, Itaipú implementó semanas atrás la operación ventana de agua, consistente en una progresiva liberación de agua para posibilitar la navegabilidad. Así, no se libera todo el agua del vertedero de la represa, sino que se turbina todo lo liberado y se prevén periodos de espera para que el río Paraná tenga una altura mínima para que las embarcaciones puedan navegar.
La crisis hídrica en la cuenca del Paraná afecta la producción energética y la navegabilidad del río, y el Brasil busca priorizar el funcionamiento de usinas, según revelan medios de ese país.