Este dato fue expuesto en un informe del Ministerio de Hacienda sobre los funcionarios que en el pasado noviembre recibieron más que el primer mandatario.
Pero la peculiaridad en la nómina de la AFD es que los sueldos nominales no son altos, sino que se engrosan al sumarse las bonificaciones, que superan los G 20 millones.
Es el caso del presidente de la AFD, José Heliodoro Maciel Jara, que tiene un salario de G. 13.500.000, más gastos de representación de G. 3.392.000 y bonificaciones y gratificaciones de G. 22.770.400, sumando así un total de G. 39.662.400.
El miembro del Directorio de esta agencia Martín Eduardo Salcedo Villalba percibe un sueldo de G. 12.610.800, gastos de representación de G. 2.592.000 y bonificaciones y gratificaciones de G. 21.193.360, totalizando G. 36.396.160.
Bajo los mismos conceptos, el también miembro del Directorio, Édgar Augusto Alarcón Bacigalupo, percibe G. 36.396.160.
Igualmente, en otras instituciones se dan casos similares de funcionarios que reciben remuneraciones elevadas mediante los beneficios adicionales.
Por ese motivo, en el marco de la intención de reformas estructurales de la función pública, fue tratado en el Congreso un proyecto de ley de recorte de gastos superfluos. En el documento original presentado por el senador Sergio Godoy se incluía hasta a las binacionales y a los tres poderes del Estado y organismos extrapoder.
Sin embargo, la Cámara de Diputados modificó la propuesta y excluyó a Itaipú y Yacyretá del recorte de privilegios.
Tampoco está contemplado igualar los ingresos de los funcionarios del exterior con el del presidente de la República, que es el tope salarial que establece la norma.
Otro punto cuestionado es que no se limitaron finalmente los viajes, como sí en el proyecto original, que indicaba que los funcionarios solo podían viajar dos veces por año.
El informe de Hacienda señala que los altos ingresos, además de la AFD, también figuran en el Poder Judicial, en el Congreso, la Presidencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional, Universidad Nacional de Asunción y Fiscalía, entre otros.
Solo en la Cámara de Diputados, en 2019 realizaron viajes al exterior 67 diputados de 80, en su mayoría colorados y liberales, gastando en viáticos un total de G. 506.874.630. Todos los viajes tienen destinos como el Caribe, Colombia, Brasil y países europeos y asiáticos.
El cuestionado liberal Édgar Ortiz hizo cuatro viajes a Panamá para temas como reuniones sobre pueblos indígenas, que nunca se vieron reflejadas en su gestión de parlamentario. Tanto pasajes como viajes fueron costeados por la Cámara de Diputados.
En tanto que el colorado Esteban Samaniego, con escasa actividad legislativa, viajó a Italia para un encuentro sobre organizaciones sociales.
En varios debates sobre los recortes de privilegios, diputados cuestionaron que los viajes sean limitados, alegando que existen instituciones como la Cancillería que no pueden dejar de acudir a encuentros internacionales.
En el informe de Hacienda sobre altos ingresos no obstante figura el Ministerio de Relaciones Exteriores como uno de los entes con mayor número de funcionarios que cobran más que el presidente, debido a que perciben conceptos de gastos de residencia.
Es el caso también del Ministerio de Industria y Comercio, donde el Estado llega a pagar hasta casi G. 90 millones por costo de residencia a los agregados comerciales, que son encargados de atraer inversiones al país.
Una de las más destacadas es la remuneración que recibe la funcionaria Vanessa Joana Chuang Portillo, agregada comercial en Italia, que en noviembre pasado llegó a cobrar como gasto de residencia G. 88.997.716, más un sueldo de G. 23.688.085 y gasto de representación de G. 12.835.877, totalizando G. 125.521.678.
