EFE
SAO PAULO - BRASIL
El ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato a la presidencia de Brasil y líder en las encuestas de intención de voto, prometió ayer en redes sociales extinguir y privatizar gran parte de las empresas estatales del país, si sale vencedor en las elecciones de octubre.
“Asumí el compromiso de reducir el número de ministerios y extinguir y privatizar gran parte de las (empresas) estatales que hoy existen”, escribió el aspirante del Partido Social Liberal (PSL) desde el hospital en el que se recupera de la puñalada que recibió el día 6 durante un mitin electoral. En su opinión, los recursos que se destinan a las compañías públicas y un alto número de ministerios son gastos innecesarios que deben destinarse para atender a la población. Asimismo, rechazó los acuerdos políticos que negocian cargos en las estatales a cambio de apoyo, algo que, a su juicio, se combatiría con la privatización de las mismas.
El polémico candidato espera recibir el alta médica a finales de mes, aunque descarta volver a hacer campaña en las calles o asistir a los debates televisados antes de la celebración de las elecciones el 7 de octubre.
En los últimos días, Bolsonaro reforzó sus mensajes de agrado al mercado financiero y a los empresarios con promesas sobre una mayor liberación económica y una menor carga tributaria. “Es necesario parar de estrangular a quien produce. Mientras los adversarios mienten y se preocupan solamente con el poder a cualquier precio, nuestro equipo se centra en el futuro del país”, escribió el viernes en su perfil de Twitter.
se calienta. Los candidatos presidenciales intensifican los ataques a sus adversarios, cuando faltan dos semanas para las elecciones en Brasil, a las que llegan como máximos favoritos el ultraderechista Jair Bolsonaro y el progresista Fernando Haddad, sucesor del ex presidente Lula da Silva.
El resto de los aspirantes han elevado el tono de sus declaraciones en los últimos días, especialmente contra Bolsonaro y Haddad, líderes con 28% y 16% de los apoyos, respectivamente, según el más reciente sondeo para los comicios del 7 de octubre. “Estoy viendo en las otras campañas un ataque muy fuerte en relación a los demás adversarios. Eso no es bueno. Brasil necesita propuestas y paz y estoy viendo que el calor está subiendo mucho”, dijo Haddad, tras cumplir agenda en Petrolina y Juazeiro, separados por el río San Francisco, en el nordeste del país. El laborista Ciro Gomes, el socialdemócrata Geraldo Alckmin y la ecologista Marina Silva batallan en la distancia a fin de romper esa incipiente polarización entre el capitán en la reserva del Ejército y el heredero de Lula, pasaron a la ofensiva. De los 3, el que más se acerca para la eventual segunda vuelta del 28 de octubre es Gomes, quien con 13% de las simpatías lucha con Haddad, abanderado por el Partido de los Trabajadores (PT), por hacerse con los votos del centro-izquierda.