“Le pido a los gobernadores y a los alcaldes de Brasil que, obviamente con responsabilidad, comiencen a abrir el comercio, porque las nuevas informaciones que vienen del mundo, procedentes de la OMS, junto a sus errores, muestran que tal vez hubo un poco de exageración en el tratamiento de este asunto”, afirmó el mandatario al canal de TV BandNews.
El líder ultraderechista, uno de los más escépticos sobre la gravedad de la pandemia y que calificó al Covid-19 de “gripecita”, es crítico de las medidas de distanciamiento social impuestas por gobiernos regionales y municipales desde marzo para frenar el avance de la pandemia y que, por la paralización de actividades, generaron una crisis económica sin precedentes.
Pese a esas medidas, Brasil se convirtió en el segundo país más afectado por el Covid-19 en el mundo tras EEUU. El efecto económico de la crisis amenaza con hundir a Brasil en 2020 en la mayor recesión de su historia, con una retracción del PIB que los economistas calculan en el 6,5%, y con la pérdida de millones de empleos.
“Yo desde un comienzo dije que había que pensar en la vida y en el empleo como cosas totalmente conectadas entre sí y no podemos permitir que en algunos lugares aislados de Brasil el efecto colateral del trato de la pandemia sea más dañino que la propia pandemia”, expresó. Bolsonaro volvió así a minimizar la pandemia y a defender la apertura de actividades ante las duras cifras en Brasil, con casi 51.000 muertos y 1,1 millones de contagiados. EFE
