La última orden ejecutiva del presidente Donald Trump, no impone sobre Venezuela un bloqueo comercial como el de Cuba, sino que autoriza sanciones contra países como Rusia y China y, sobre todo, coloca a la empresa estadounidense Citgo bajo la tutela del líder opositor, Juan Guaidó.
Desde que Trump firmó el decreto el lunes, hubo cierta confusión y, en parte, eso se debe a las propias declaraciones del Gobierno estadounidense: El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha caracterizado las últimas acciones como sanciones de bloqueo completo. Y además, las comparó con el embargo comercial que Washington impuso a Cuba en 1962 y unas medidas similares de carácter temporal contra el régimen militar de Manuel Antonio Noriega en Panamá (1988), así como en Nicaragua (1985). “Funcionó en Panamá, funcionó una vez en Nicaragua, y volverá a funcionar de nuevo, funcionará en Venezuela y en Cuba”, manifestó Bolton en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, celebrada en Lima y a la que acudieron representantes de 57 países.
REACCIONES. Las declaraciones de Bolton son “una interferencia gratuita en los asuntos internos de Venezuela”, respondió la portavoz del Ministerio Chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, en un comunicado publicado en internet. “China llama a Estados Unidos a (...) dejar al pueblo venezolano decidir su propio futuro y detener inmediatamente las acciones de acoso de reprimir a cada instante a otros países”, dijo.
La Unión Europea recordó ayer que está en contra de la aplicación extraterritorial de medidas restrictivas como las que acaba de imponer Washington a Venezuela por la crisis que sufre el país.
En tanto, el jefe del Parlamento Juan Guaidó, dijo que seguirán en el proceso de diálogo con el oficialismo en Barbados pese a compartir las dudas que expresaron algunos de sus aliados internacionales. Al ser consultado sobre las dudas mostradas por Bolton, respecto a las conversaciones auspiciadas por Noruega, Guaidó reconoció que comparte el escepticismo.
En este sentido, indicó que también expresaron sus reticencias sobre ese mecanismo el canciller de Perú, Néstor Popolizio, y los integrantes del llamado Grupo Internacional de Contacto.
Por su parte, los diálogos entre el Gobierno y la oposición en Venezuela son inviables porque hacen parte de una estrategia del dictador Nicolás Maduro para ganar tiempo y quitarse presión de la comunidad internacional, manifestó el presidente colombiano, Iván Duque.