El arribo al poder del nuevo Gobierno de Mario Abdo Benítez trae consigo nuevamente la vieja práctica de ubicar a los amigos en las entidades binacionales, donde los multimillonarios sueldos sirven para el pago de favores políticos recibidos o simplemente para mantener firmes y satisfechos a los leales, así como también tomar revancha contra rivales políticos.
Así es como en su primer día de gobierno, Marito nombró en los principales cargos a dirigentes políticos como José Alberto Alderete, en Itaipú, y Nicanor Duarte Frutos, en Yacyretá, quienes reemplazaron a directores de la era Horacio Cartes que fueron más técnicos, como el caso de James Spalding en Itaipú y Ángel María Recalde en la EBY.
ITAIPÚ. El 15 de agosto también nombró como directora jurídica en la Itaipú Binacional a Iris Magnolia Mendoza, esposa de su aliado y presidente del Congreso, Silvio Ovelar, quien había sido destituida de la entidad por el Gobierno de Horacio Cartes.
El más reciente nombramiento es el de Antonio Ibáñez, padre del ex diputado colorado José María Ibáñez. En la lista sigue José Emilio Argaña, hijo del fallecido vicepresidente Luis María Argaña. El mismo fue designado como asesor especial en la dirección administrativa de Itaipú.
También fue nombrada en Itaipú Odila Báez, ex candidata a diputada que apoyó a Marito durante la campaña. En un comunicado, la binacional señala que su designación es un cargo de confianza para el programa de responsabilidad social y como asesora especial no integra el cuadro de personal permanente, ni puede ocupar cargos gerenciales.
Como cupo del senador Juan Carlos Galaverna fue confirmado Ramón Aquino. Es asesor especial en la Dirección Técnica. Paola Torres Agüero, nuera de la ministra Gladys Bareiro, vuelve a ser asesora especial.
Víctor González, hermano del diputado Roberto González, también figura como representante de la Cancillería ante la binacional.
YACYRETÁ. En la binacional paraguayo-argentina, el nombramiento más polémico es el de Juan Carlos Duarte, ex fiscal y amigo del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez. Duarte es designado asesor jurídico de la entidad.
El mismo aparece en una fotografía con Velázquez en un yate en el Líbano, acompañado también del empresario Walid Amine Sweid y el embajador Khalil Dia. El mismo tiene muchos cuestionamientos por supuestos vínculos con esquemas irregulares en el Este del país, pero le ganó la pulseada finalmente a Óscar Tuma y Rogelio Benítez, quienes también sonaban para el cargo.
El ex diputado y ex secretario privado de Nicanor, Arístides Da Rosa, también fue nombrado como asesor especial en comunicación en la EBY.
Carlos María Santacruz, ex candidato a vicepresidente y hombre de confianza de Nicanor Duarte Frutos, ingresó también como miembro del Consejo de Yacyretá.
Pablino Rodríguez, ex diputado y candidato a gobernador de Misiones por el movimiento Colorado Añetete, fue nombrado secretario general del Consejo de Administración de Yacyretá.
Dicen que ganan más en el sector privado
Tanto el abogado Juan Carlos Duarte, hombre puesto en Yacyretá por el vicepresidente Hugo Velázquez, y, por otra parte, Odilia Báez, contratada en Itaipú, aseguran que en el sector privado ganan más en lo que se refiere a las remuneraciones que ahí se perciben.
Hace algunos años se viralizó una fotografía del ahora vicepresidente con varias personas a bordo de un yate, en un tour por el Líbano.
En dicha imagen Duarte aparece a la derecha del entonces diputado.
La foto había cobrado estado público tras la publicación de una investigación presentada ante el Congreso de los Estados Unidos, donde señalaba al árabe Walid Amine Sweid, también sentado al lado de Velázquez, como uno de los presuntos financistas del grupo terrorista Hezbolá, que supuestamente remesaban dinero desde la Triple Frontera.
El abogado mintió hace menos de un mes y dijo que rechazó la oferta en Yacyretá como asesor jurídico debido al supuesto bajo rédito económico.
Sin embargo, el viernes pasado se conoció que efectivamente aceptó el cargo donde ganará alrededor de G. 120 millones.
Por su parte, Báez expresó ayer que “37 millones de guaraníes para mí no es nada, porque en mi empresa gano mucho más”.