El juego es una actividad fundamental para el desarrollo de los niños y las niñas, puesto que contribuye a la maduración sicomotriz, cognitiva y emocional.
El juego permite a los pequeños desarrollar su imaginación, favorece el proceso de aprendizaje, les permite explorar su ambiente, conocer el mundo y expresar sus propias ideas y visión del entretenimiento; esto a su vez desemboca en la posibilidad de lograr habilidades sociales con sus pares y los adultos que los rodean, y se inicien en el mundo del reconocimiento y regulación de emociones.
La licenciada Belén Espínola, sicóloga clínica infantojuvenil, especialista en TCC infantojuvenil, atención temprana y neurodesarrollo y educación inclusiva, menciona que los niños y las niñas invierten mucho tiempo en actividades lúdicas, antes, durante y después de la escolarización, lo que convierte al juego en una herramienta muy válida para la vinculación del contexto escolar y extraescolar de los infantes. Al mismo tiempo, aporta momentos de distensión, alegría, imaginación, creatividad, ocio y diversión. Por esa razón, es importante realizar juegos en familia y dedicar un tiempo a la unión familiar, realizando actividades que ayuden a su comunicación, despeje y recreación.
IMPORTANTE
“Es fundamental que los niños y las niñas puedan tener la experiencia y oportunidad de jugar en casa, con mamá, papá, hermanos, porque es un espacio y una herramienta para afianzar los lazos afectivos y el apego, fundamentales para un buen desarrollo emocional y social de los más pequeños”, indica la profesional.
Todos los juegos, que se lleven a cabo con base en el respeto, la solidaridad y el deseo de diversión, son validos para fomentar la unión de la familia, también son válidos los juegos que requieran un trabajo en equipo.
“Los juegos a realizarse en familia dependen de las características de cada uno, hay infinitas posibilidades, pero una muy buena opción podrían ser los juegos convencionales, como saltar a la cuerda, la goma, el descanso, yoyo, y los juegos al aire libre que impliquen mayor destreza motora gruesa, como las escondidas, 1, 2, 3... miro, congelados, entre otros”, añade.
ACTIVIDADES
Son varias las actividades que se pueden hacer en familia, entre ellas lectura de cuentos, picnic en el patio, aprender algunos oficios de la casa (según edad), ver fotos de cuando los niños o niñas eran más peques y contar anécdotas familiares, una noche de cine con películas divertidas y educativas. “Lo importante es que todas las actividades llevadas a cabo en familia y con niños/as estén enmarcadas en la idea de enseñar para la vida, intentar que todo se enfoque en poder darles herramientas para su desarrollo óptimo a nivel biosicosocial”, finaliza.
Está demostrado que los padres que se implican en el juego de sus hijos tienen muchas más probabilidades de criar niños felices menciona la página pediatriayfamilia.com ¡A jugar se ha dicho!
MOTIVADOR. “¡Jugar!, una cuestión muy seria”, señala la motivante frase. El juego en familia ayuda y beneficia a todos en la casa, en especial en el desarrollo del niño.
Beneficios para los niños
1- Con el juego compartido padres e hijos interactúan de un modo único, algo que les aporta seguridad y ayuda al autoestima.
2- Estas interacciones que se dan en el juego familiar, mejoran las relaciones sociales y ayudan a explorar estas habilidades.
3- Estimulan las habilidades sociales, emocionales.
4- Fomenta la creatividad y el éxito escolar.
5- Potencia la actividad infantil.
6- Favorece el control emocional. (pediatriayfamilia.com)