“Chile tiene una larga y distinguida tradición de certeza legal para la actividad económica y esto no va a cambiar”, aseguró la mandataria durante su intervención en la II Reunión 2014 del Consejo Asesor Empresarial de APEC, que finalizó este martes en Santiago.
Bachelet recordó que Chile es conocido por su estabilidad institucional, sus bajos niveles de corrupción y la solidez de su economía, aunque todavía tiene ante sí desafíos como reducir la desigualdad y lograr “un crecimiento armónico y sustentable”.
Con este fin, el Ejecutivo ha planteado reformas al sistema tributario, educativo y político, medidas inspiradas en las necesidades actuales y futuras del país y la ciudadanía, explicó la jefa de Estado.
La reforma tributaria que tramita el Congreso chileno persigue elevar de un 20 % a un 25 % los impuestos a las grandes compañías para financiar un cambio sustancial al sistema de enseñanza, otorgando gratuidad en todos sus niveles.
El alza tributaria ha sido cuestionada por algunos sectores empresariales y por la derecha opositora, que aseguran que impactará fuertemente en la inversión y el crecimiento del país, que se viene desacelerando desde 2013.
De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la que Chile es miembro, redujo este martes su estimación de crecimiento para el país a un 3,6 % en 2014 desde un 4,5 % previsto en noviembre.
Sin embargo, el organismo atribuyó esa disminución esencialmente a la caída en el precio del cobre, la principal exportación chilena, como consecuencia del menor ritmo de crecimiento de China.
Al defender la conveniencia de sus reformas, Bachelet destacó que la mejora en la educación se reflejará en la “creatividad y la innovación” de los chilenos lo que, a la larga, será beneficioso para los aliados comerciales de Chile y los inversores extranjeros.
En ese contexto, el informe de la OCDE sostiene que en 2015 debería registrarse un repunte en la actividad económica en Chile gracias a una mayor inversión pública y privada, específicamente en el sector de la construcción, y a “mejores expectativas empresariales tras el anuncio de la reforma tributaria”.
La mandataria señaló que el Gobierno trabaja en una agenda de productividad y crecimiento para cohesionar el esfuerzo de los sectores público y privado, que ofrecerá un marco “sólido y confiable” para todos los actores de la economía y “reglas claras” para los inversores.
Ante empresarios de las 21 economías que forman parte de APEC, Bachelet señaló que la política exterior de Chile está enfocada hacia América Latina, aunque también puede convertirse en un “puente” entre la región y Asia Pacífico.
“Esto implica mejorar la conectividad, incrementar la capacidad de nuestros puertos y mejorar los servicios”, aseguró.
El Gobierno de Bachelet ha puesto énfasis en reforzar los lazos con todos los países de la región, particularmente con Brasil y Argentina.
Por esa razón, aunque no forman parte de la APEC, fueron invitados a la cita de Santiago los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman, y de Brasil, Alberto Figueiredo, quienes participaron en un seminario paralelo.
“Esto es una expresión más del propósito de la presidenta Bachelet de incrementar la integración con nuestros países de América del Sur y hacerlo en función de la región Asia Pacífico que es un motor de la economía mundial”, destacó el canciller chileno, Heraldo Muñoz.
Chile impulsó con fuerza desde 2011, durante el mandato de Sebastián Piñera, la Alianza del Pacífico, pacto comercial que conforman también Colombia, México y Perú.
Sin embargo, la Administración de Bachelet también quiere reforzar los lazos con los otros países de la región.
El canciller argentino resaltó que la integración en América Latina se debe dar en un marco de diversidad de ideas.
“No hay un solo camino, cada cual debe elegir el que corresponda más con la realidad de su propio país y luego, entre todos, conformar una ideas base que puedan ayudar al desarrollo integral y conjunto de la región”, sostuvo Timerman.