19 abr. 2024

Aumento de VIH en jóvenes coincide con aparición de aplicaciones de citas

En cinco años, con la popularización de las app de encuentros sexuales casuales, se registraron casi 1.500 casos nuevos de VIH, según Pronasida. Falta de educación juega en contra de la prevención.

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investigadores suizos han avanzado en el estudio de unos anticuerpos generados por algunos contagiados con el virus.

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El aumento de diagnóstico de VIH/sida en jóvenes de entre 20 y 34 años en los últimos cinco años en Paraguay, coincide con la aparición de Tinder o Grindr, las aplicaciones móviles para citas o encuentros sexuales.

Estas app, que permiten la comunicación y geolocalización de sus usuarios (varones y mujeres) para los encuentros casuales, empezaron a utilizarse tímidamente en 2013, año en que se diagnosticaron 1.209 casos de VIH y 341 casos de sida.

En 2017, cinco años después, ya con la popularización de las aplicaciones se registraron 1.443 casos nuevos de VIH y 392 de sida, según las estadísticas del Programa Nacional de Control de VIH/Sida-ITS (Pronasida). (Ver infografía).

Más allá del uso de Grindr o Tinder y esa facilidad que ofrece a la persona para mantener relaciones sexuales casuales, el aumento de cifras se debe a varios factores que convergen en uno solo: la falta de educación sexual que permita el acceso a información con base científica para la prevención del VIH.

La realidad es que las personas (adolescentes, jóvenes y adultos) no están acostumbradas a usar preservativos porque desconocen los riesgos de mantener relaciones sexuales casuales, al asumir que la otra persona no tiene VIH por tener buen aspecto físico, según comenta Adriana Irún, secretaria ejecutiva de la Red de Ongs que trabajan en control de VIH/Sida del Paraguay.

Comenta que hasta ahora la única manera efectiva de prevención con 98% de efectividad es el uso de preservativos, pero la desinformación reduce el uso de los mismos como un método anticonceptivo.

“Se piensa que el condón solamente sirve para evitar embarazos no deseados, pero por sobre todo se evitan el VIH y otros tipos de infecciones de transmisión sexual”.

De los 1.443 casos de VIH detectados en 2017, el 36% de los jóvenes afectados tienen entre 20 y 34 años. La secretaria ejecutiva de la Red de Ongs afirma que solo la educación sexual con base científica y sin ningún sesgo de ideologías es lo que realmente protegerá a los jóvenes.

La malla curricular del Ministerio de Educación contempla la educación sexual, pero en vez de enfocar la prevención se educa sobre el coito, la reproducción, cuando se tendría que hablar de responsabilidad, de cuidarse uno y otro. “La única forma de proteger a los jóvenes es hablando, el silencio es lo que más riesgo causa”, sostiene Irún.

También llama la atención que el 12% de los nuevos casos detectados en 2017 comprendan a personas de 50 años de edad en adelante. El aumento del uso del viagra y el negarse a usar preservativos justamente ante la falta de la información son algunas de las causas.

Consejo. Ante el aumento de casos de VIH en los jóvenes y también en los adolescentes, Adriana Irún recomienda que los padres propicien el diálogo con sus hijos, que no esperen que ellos les hablen sobre las relaciones sexuales, que en confianza les permitan hablar con libertad sobre el tema, que no les censuren para evitar que tengan sexo sin protección y tengan que lamentar las consecuencias.

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Si no se tiene la información necesaria sobre el VIH y no se ve riesgo, el joven está expuesto. Adriana Irún, secretaria ejecutiva de Red.

Actualización de malla del MEC
El Centro de Consejería y Denuncias de VIH/Sida y Derechos Humanos, en el contexto del debate sobre la reforma educativa y ante el aumento de casos de VIH en jóvenes, instó al Estado paraguayo a que esta revisión del contenido incluya la educación sexual en todos sus aspectos, con información actualizada y basada en estudios científicos.
“Exigimos al Estado paraguayo que tome con seriedad el tema de la educación sexual y disgregue el tabú, cuestiones culturales y morales, porque la prevención del VIH no tiene nada que ver con la religión sino con la salud”, señaló Francisco Benítez, del Centro de Denuncias.