El Banco Central del Paraguay (BCP) realizó un pronunciado ajuste de su tasa de política monetaria (TPM) a finales de la semana pasada, con una suba de 125 puntos básicos, para alcanzar la actual referencia de 2,75%. Esta fue la movida más fuerte realizada en época de pandemia, según los registros.
Esta corrección al alza fue la tercera realizada en forma consecutiva por parte del Comité de Política Monetaria de la banca matriz, desde el mes de agosto pasado, en un escenario de notorio incremento de los precios internos, conforme al índice de precios al consumidor (IPC).
El aumento considerable de la tasa de referencia en el marco de la última reunión del CPM fue valorado positivamente por analistas; sin embargo, los expertos advierten que el efecto de esta variación sobre la suba de las precios no tendrá mayor relevancia en el corto plazo, sino que más bien tendrá impacto en el mediano plazo.
En ese sentido, los pronósticos de los economistas con respecto a la inflación de cara al cierre de 2021 son cada vez más elevados, con la mayoría de las estimaciones ubicadas –como mínimo– en el límite o techo del rango meta del BCP, que es de 6%. No obstante, cabe resaltar que también hay cálculos privados que se ubican por encima de esta cifra.
demora. Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del BCP, aseguró que el reciente incremento de la TPM se encuentra mucho más en línea con la dinámica de los precios internos que las anteriores variaciones, que fueron de 25 y 50 puntos básicos, en agosto y setiembre. Asimismo, resaltó la comunicación realizada por la banca matriz, ya que se adelantó la realización de nuevos ajustes similares, en el marco de las reuniones de noviembre y diciembre. No obstante, indicó que para este año se espera que la suba de precios finalice no solo por encima de la meta del Central, sino que también lo haría por fuera de la banda.
Por su parte, Carlos Carvallo Spalding, ex miembro del Directorio del Banco Central, señaló que más que un efecto directo sobre la inflación con la expansión de la TPM lo que se busca es anclar las expectativas y que los agentes vean que se busca mantener la inflación cercana a la meta en el horizonte. “Las decisiones de política monetaria tienen un efecto no inmediato”, dijo.
Finalmente, Patricia Goto, economista de CPA Ferrere, coincidió con la estimación de que la inflación estaría ubicándose a fines de este año inclusive por encima del 6% y comentó que el efecto de la TPM sobre los precios lleva su tiempo. “Esto lo hacen (BCP) para evitar un desanclaje de las expectativas más que nada (...) el impacto de estas decisiones probablemente recién lo veamos en 2022. Sin embargo, es importante”, manifestó.