A más peregrinos, más hostias. El padre Arnaldo Godoy, cura rector de la Basílica Menor, señaló que ellos prevían una masiva llegada de peregrinantes, tal como está sucediendo. Por ello, encomendaron –dijo– la preparación de más hostias chicas: “De 100.000 pasaron a pedir 150.000 para ser distribuidos durante todo el novenario”.
“Tratamos de distribuir mejor para dar más posibilidad a los fieles de recibir el sacramento de la comunión”, indicó Godoy al referir que hay comitivas de peregrinos que llegan a la Basílica a las 9.00 y a las 15.00.
“Entonces no solamente visita a la Virgen, sino que también recibe la eucaristía”, señaló.
Las hostias son preparadas y proveídas por las hermanas del Monasterio Nuestra Señora del Silencio y de la Santa Cruz, en Cordillera, y por las monjas del Convento de las Carmelitas Descalzas de Asunción.
La festividad mariana está teniendo este año el doble de visitantes, con relación a años precedentes, según Diego Riveros, intendente local.
Desde el inicio del novenario de la Virgencita Azul, el 28 de noviembre hasta el reciente fin de semana, la Villa Serrana tuvo la visita de 400.000 a 500.000 personas. En efecto, el jefe comunal estima que a este ritmo se superará la previsión inicial de 3 millones de fieles hasta el 15 de diciembre.