Según explicó en contacto con ÚH, en 2026 el servicio de la deuda, sumando intereses y amortización de capital, rondaría nuevamente los USD 1.800 millones, superando ampliamente lo destinado a áreas sociales como educación y salud. El proyecto de PGN 2026 del Poder Ejecutivo, cuyo estudio se inicia este lunes en el Congreso Nacional, contempla un tope para nuevos endeudamientos de hasta USD 661,6 millones.
“El proyecto de presupuesto que fue presentado al Congreso ya prevé también una cifra cercana a los USD 1.800 millones en concepto de servicio de la deuda”, afirmó Rojas, alertando que incluso puede ser mayor con la Ley de Administración de Pasivos, para la recompra de deudas.
Detalló que el crecimiento de la deuda pública se intensificó en la última década, con una clara aceleración a partir del 2012. Recordó que en 2011 la deuda era de USD 2.740 millones, equivalente al 8% del PIB, pero desde entonces comenzó un incremento sostenido que se consolidó con la emisión de bonos soberanos desde 2013.
Indicó que esta dinámica se mantuvo constante durante los gobiernos de Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez, y que tuvo un aumento considerable en el 2020 con la pandemia de Covid-19, cuando la deuda superó los USD 12.000 millones y alcanzó el 33% del PIB.
“La tendencia no terminó con el Covid-19, sino que el aumento de la deuda siguió en los años siguientes. En el 2021, 2022, 2023 se tuvo un incremento de casi USD 1.500 millones cada año. En la última década se ha disparado la deuda, se ha cuadruplicado el nivel de endeudamiento, lo cual supone dificultades crecientes para las finanzas públicas”, advirtió.
Rememoró también que el año pasado, con USD 18.000 millones de compromisos, el servicio de la deuda fue de USD 1.800 millones, “una cifra nunca antes alcanzada por el Estado”, destinando para ello el 35% de los ingresos tributarios.
“La tendencia del servicio de la deuda es que siga en aumento, tanto este 2025 como el año próximo, a consecuencia del endeudamiento, que no se justifica por los resultados vistos hasta este momento”, señaló, añadiendo que esto pone en riesgo la inversión en sectores sociales.
“El principal riesgo que acarrea este nivel de endeudamiento tiene que ver con que cada vez un mayor porcentaje del presupuesto público se destina al pago de la deuda. Va absorbiendo más recursos de las finanzas públicas y ello representa recortes en otros sectores. La prioridad número uno es el pago de la deuda y después se verá cuánto alcanza para otros sectores, dado que el Paraguay hace poco obtuvo grado de inversión”, criticó.
Enfatizó en que “el servicio de la deuda ya superó ampliamente” al presupuesto del Ministerio de Educación, que el año pasado era de USD 1.200 millones, así como de Salud, que en el 2024 era de USD 1.170 millones.
“Cada vez más recursos tienen que destinarse al pago de la deuda y ello significa menos recursos para salud, educación y otras áreas prioritarias o importantes para el desarrollo económico y social. Y la tendencia es que esto siga aumentando. (...) Ir convergiendo hacia ese déficit fiscal de 1,5% del PIB se prioriza por sobre las demandas reales legítimas que existen en las diferentes áreas del Estado. Ahí es donde hay un déficit significativo”, remarcó.
En su estudio “Estado actual de la deuda pública en Paraguay y sus perspectivas”, Rojas concluyó que existe un “proceso de acelerado y pronunciado endeudamiento en la última década, que ya amenaza su sostenibilidad”.
Resaltó que el 87% de los compromisos son de la deuda externa, casi en su totalidad en dólares, en tanto que solo el 13% es interna.
Planteó medidas en el corto y mediano plazo para mejorar la sostenibilidad, reduciendo riesgos del endeudamiento, especialmente mediante la eliminación de la política de recompra o de “bicicleteo”.
También sugirió impulsar una reforma tributaria progresiva y redistributiva; abordar “con seriedad el problema de la corrupción en el manejo de los recursos”; y afrontar la crisis climática, reduciendo la dependencia externa y diversificando la economía.
MÁS POSTURAS. El economista Rodrigo Ibarrola, por su parte, había destacado que la macroeconomía está en un escenario positivo moderado, pero también advirtió sobre la necesidad de apuntar a una reforma de la deuda pública, ya que los intereses van en aumento, haciendo que se tengan que sacrificar sectores como salud y educación.
Igualmente, el senador Rafael Filizzola cuestionó la narrativa del Gobierno sobre el supuesto “milagro económico” y dijo que el país atraviesa un esquema complejo, con fuertes desigualdades y crecientes compromisos.
“Está creciendo el servicio de la deuda de manera importante y ya tenemos gastos rígidos en salarios y otros rubros, y cuando crece el endeudamiento significa que hay que recortar otros gastos”, reprochó el legislador.