A nivel regional, Paraguay se posiciona en el quinto lugar entre los países con más focos activos. Se contabilizan 55.448, entre quemas controladas e incendios forestales, desde enero hasta principios de mayo, de acuerdo al reporte.
“En el país es inusual ver tantas quemas en estas fechas. Los picos máximos van de agosto a octubre, pero este año ha aumentado la cantidad de focos activos de calor entre los meses de enero a mayo. Esto podría deberse a que existe mucho material combustible, la realización de las quemas prescriptas, entre otros factores económicos, sociales y culturales”, comentó la ingeniera forestal Larissa Rejalaga Noguera, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNA, encargada de los monitoreos.
AUMENTO. La brecha, en la mayoría de los departamentos, se observa sobre todo entre el mes de febrero y marzo (ver infografía).
En dicho periodo comparativo donde más aumentaron las quemas fueron en: Presidente Hayes, de 1.217 a 7.865 focos; Alto Paraguay, de 611 a 1.812; Ñeembucú, de 534 a 2.307; Paraguarí de 302 a 1.163; Misiones de 302 a 1.060; Central, de 94 a 972 y Cordillera de 117 a 755 focos de calor.
Las quemas de pastizales y matorrales que se descontrolaron, convirtiéndose en incendios, fueron las intervenciones más frecuentes en esta cuarentena, en áreas productivas de las zonas del Bajo Chaco, Central, Cordillera y Misiones, según el capitán de bomberos voluntarios, Santiago Vázquez.
AMBIENTE Y SALUD. Los incendios forestales no solo afectan a la cobertura boscosa, resalta la ingeniera de la UNA. También se producen materiales particulados en el ambiente y el monóxido de carbono, lo que daña al ambiente y esto a su vez va relacionado a diferentes afecciones sobre las personas, especialmente a las más vulnerables, los alérgicos, niños y adultos mayores.
Exponerse a una mala calidad de aire repercute de manera negativa, principalmente a las vías superiores, como la nariz y los ojos. Esto provoca rinitis, picazón ocular, goteo nasal, dolores de garganta, detalló el doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología.
Lo preocupante para el neumólogo es que estos mismos síntomas, generados por la humareda, son similares a los cuadros del Covid-19, por lo que se puede generar gran confusión. Por ello instó a las autoridades ambientales a realizar los controles correspondientes.
De hecho, recordó que muchos de los casos de pacientes que realizaban consultas telefónicas, por sospechas de coronavirus, en realidad los cuadros estaban relacionados con reacciones alérgicas por las continuas humaredas que se registran sobre todo en Asunción y área metropolitana del país.
Desde hace meses existe una importante sequía y justamente, señala el doctor Fusillo, hasta que no se registren lluvias importantes, estas partículas contaminantes seguirán en la atmósfera generando dificultades.
Opinión
“Problemática debe estar en la agenda”
“Debemos analizar estas quemas como una problemática no solo a nivel nacional, sino como una problemática a nivel regional Es una cuestión transfronteriza, por lo que debe ser considerada en las agendas de los países como de “prioridad para su monitoreo, manejo, control y restauración”. Esto es atendiendo en el caso de que afecte a zonas de importancia para la biodiversidad o a las zonas pobladas”. Larissa Rejalaga, Ing, forestal
Combatientes de incendio forestal piden más apoyo
En coincidencia con el aumento de quemas e incendios en este periodo, hoy se recuerda el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales, desde 1998, en homenaje a cinco personas de una brigada forestal que perdieron la vida luchando contra un incendio en Canadá. Apoyo estatal y flexibilidad para el respaldo logístico de las Fuerzas Aéreas para el traslado y rescate, además de provisión de equipos de emergencia como también la necesidad de una mejor tecnología en el país para el monitoreo del clima. Estos son los principales desafíos para que los bomberos forestales puedan cumplir con los combates frecuentes en las coberturas boscosas, resaltó el capitán de Bomberos Voluntarios, Santiago Vázquez. “Es necesario un mayor soporte de tecnología –en los entes nacionales que nos proveen informaciones– para que nos ayude a tener mayores datos de la situación climática tan cambiante en los últimos años. Se dan fenómenos donde mientras se combate el fuego la dirección de viento puede cambiar en un segundo y si los bomberos no tienen información pueden quedar atrapados”. Para llegar al incendio y sobre todo para el rescate, señaló también que es clave la participación de las Fuerzas Aéreas.