14 jun. 2025

Aumentan criaderos de mosquitos en hogares en últimos seis meses

De setiembre del 2020 a marzo del 2021 se incrementaron los barrios en franja de riesgo muy alto para propagación de Aedes aegypti, en Asunción. Senepa insta a aplicar medidas preventivas.

La atención de la sociedad, más que nunca, se dirige hacia la crisis sanitaria por el Covid-19; sin embargo, existe otro mal endémico que no da tregua: el dengue, además de chikungunya y zika. Si bien los números de casos confirmados disminuyeron en una importante cantidad, el peligro de una proliferación de vectores está latente.

En un análisis comparativo sobre la cantidad de criaderos de mosquitos se muestra que la mayoría de los cerca de 68 barrios de Asunción pasaron de la categoría de riesgo bajo a medio, setiembre del 2020, a riesgo muy alto en la última verificación hecha en marzo del 2021, de acuerdo con el informe de la Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa).

“Los datos fueron obtenidos tras verificaciones hechas en casas habitadas; es decir, no estamos hablando de patios baldíos, viviendas abandonadas o parques”, señaló el titular de Senepa, Hernán Rodríguez.

PACIENTES. El último reporte de la Dirección General de Vigilancia de la Salud indica que existen 1.337 casos de dengue, 3 de chikungunya y ningún paciente con zika.

Rodríguez señaló que en esta temporada se produjo una disminución considerable de casos, comparada con los 11 últimos años para esta época.

Entre los factores que podrían incidir, mencionó que durante el periodo 2019 y 2020 se tuvo una de las mayores epidemias por lo que existe una inmunidad.

“Cuando una persona se cura de dengue queda de por vida protegida del serotipo que le afectó. El año pasado el predominante fue el serotipo cuatro. También hay una protección temporal contra los otros serotipos, de seis a 12 meses. Consideramos que todavía estamos en ese periodo de protección cruzada. Pero luego se pierde y la persona vuelve a ser vulnerable”.

Otro aspecto sería la medida sanitaria por pandemia. “El aislamiento hace que una persona infectada con el dengue no se movilice tanto, de un lugar a otro. El mosquito se origina en un recipiente con agua estancada y busca lugares cercanos a su comida, en este caso la sangre humana, entonces prefiere estar en área de la vivienda. Si la persona se moviliza de un lugar a otro va a ser picado por mosquitos de otros lugares y va dispersando el virus. Son fenómenos que vamos aprendiendo”.

TRANSMISOR. El mosquito tiene cuatro estadios: el primero es el huevo, luego la larva; tercero, la pupa, y el cuarto, el mosquito adulto.

“Esto quiere decir que si encontramos en invierno pocos criaderos, debemos recordar que en algún momento estos adultos pusieron huevos que pueden sobrevivir inclusive más de un año. Entonces, cuando el clima cambie a una condición de lluvia y calor, estos huevos, al tener contacto con el agua, se convierten en larva, pupa y en una semana más tendremos mosquitos volando”.

El mosquito hembra –mencionó– puede vivir un mes, pero en ese periodo ya puede poner hasta 1.500 huevos.

Ante ello instó a realizar una intensa verificación y eliminación de estos criaderos para evitar un complejo escenario de propagación del aedes en los periodos de calor y lluvia.

Debemos aprovechar época de frío y eliminar criaderos para que al llegar el calor y la lluvia el riesgo no sea alto. Hernán Rodríguez, titular de Senepa.