Redacción Regional
CIUDAD DEL ESTE
Ciudadanos autoconvocados, dirigentes sociales, taxistas, referentes políticos de diferentes sectores se movilizaron pese a la lluvia para exigir a la Cámara de Diputados acelerar el proceso para intervenir la administración municipal de la intendenta Sandra McLeod de Zacarías. Igualmente pidieron la imputación del clan Zacarías.
Esta vez el punto de concentración fue la ex rotonda Reloj, ubicada en el corazón del microcentro comercial de la ciudad.
Un carril de la ruta 7, Gaspar Rodríguez de Francia, estuvo clausurado gran parte de la mañana de ayer.
En dos ocasiones cerraron por más de media hora el acceso a la zona primaria del Puente de la Amistad, no permitiendo el ingreso o salida de vehículos.
Un fuerte dispositivo de la Policía Nacional, incluyendo a agentes de la Montada y antimotines acompañaron la movilización. La actividad comercial fue prácticamente nula. Algunos locales comerciales que abrieron sus puertas, al promediar la mañana terminaron por cerrar.
Hubo algunos incidentes con ciertas galerías, cuando un grupo de manifestantes los obligó a cerrar para permitir a sus funcionarios sumarse a la movilización. El hecho generó reacciones dispares a favor y en contra de la acción.
UN MENSAJE. El dirigente de los taxistas, Valerio Martínez, dijo que la movilización es un mensaje a los diputados a quienes exigen una definición con relación al pedido de intervención a la Municipalidad, aprobado por la Junta Municipal, el pasado 2 de octubre.
“Este es un claro mensaje para los diputados, para que se dejen de joder y de dilatar todo este tema de la intervención de la Municipalidad y también reclamamos la imputación del clan Zacarías”, dijo. “Esto es una iniciativa ciudadana contra el clan Zacarías. Este segundo pedido de intervención que aprobamos en la Junta Municipal fue gracias a la presión ciudadana, porque en principio no teníamos los números de votos necesarios, lo veníamos intentando y la ciudadanía fue la que forzó”, indicó por su parte el concejal Celso Kelembu Miranda.
Destacó la movilización de los vecinos, asegurando que son los protagonistas principales para este segundo pedido de intervención. Mencionó que a diferencia del realizado en el año 2016, esta vez el clan Zacarías no cuenta con la protección de Horacio Cartes. “Hoy ya no son más gobierno, por lo que esto ya no se puede atajar. Si tocan la oreja del pueblo pueden terminar mal, si se pretende atajar en Diputados”, alertó.
Insistió en que la Cámara Baja tiene que sumar los votos necesarios. “La intervención no es una destitución. Es solo un control y si está todo bien la Junta Municipal y la intendenta pueden volver a trabajar de manera conjunta. Por qué se va a temer a una intervención. Porque esto es un control que pide la ciudadanía”, añadió.
“A pesar de la lluvia, la gente no se quedó en su casa. Esta es una fiesta cívica. Es un mensaje para los diputados. Ya no podemos seguir jugando con la ciudadanía. Los diputados tienen que estar a la altura de la exigencia ciudadana, porque fueron electos por el pueblo”, aseguró el concejal municipal Herminio Corvalán.