Israel anunció que enviará una delegación para negociar la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre durante la letal incursión de milicianos de Hamás en el sur del país, que desencadenó el conflicto.
La delegación israelí, encabezada por el jefe de los servicios de inteligencia (Mosad), David Barnea, se encamina a Doha para negociar una tregua en Gaza y la liberación de rehenes en manos de Hamás, informó el jueves a la AFP una fuente cercana a las discusiones.
La misión “se reunirá con el primer ministro catarí para mantener discusiones que busquen acercar a las partes a un acuerdo sobre Gaza”, precisó la fuente, que solicitó el anonimato.
Estados Unidos estima que Israel y Hamás tienen una “oportunidad significativa” de llegar a un consenso, dijo el jueves un alto funcionario estadounidense, que también pidió no ser identificado.
“Eso no significa que el pacto se concluya en los próximos días” porque queda “mucho trabajo por hacer en ciertas fases de aplicación” del mismo, añadió la fuente.
El conflicto aumentó la tensión en la frontera norte de Israel, con duelos de artillería casi diarios que se incrementaron en las últimas semanas entre el ejército y Hezbolá, aliado de Hamás.
COHETES Y DRONES EXPLOSIVOS. Hezbolá indicó que lanzó “más de 200” cohetes y “drones explosivos” contra el norte de Israel, donde las sirenas antiaéreas resonaron hasta los Altos del Golán, un territorio sirio anexado por el Estado hebreo.
Hezbolá, que ya había disparado el miércoles un centenar de cohetes, declaró que los lanzamientos formaban parte de la respuesta por la muerte de uno de sus comandantes en un bombardeo israelí en el sur de Líbano.
El ejército de Israel indicó que atacó instalaciones de lanzamiento de proyectiles en esa región de Líbano, después de que “numerosos proyectiles y dispositivos aéreos sospechosos” cruzaran la frontera.
La mayoría de los misiles fueron derribados, señaló el ejército, aunque uno mató a un soldado, según una fuente militar.
En el ataque del 7 de octubre, milicianos islamistas mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya ha dejado al menos 38.011 muertos, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007.
Según la Defensa Civil de Gaza, siete personas murieron en bombardeos israelíes, en el norte del territorio.
Los combates continuaron principalmente en el distrito de Shujaiya y en Rafah.
Decenas de miles de palestinos abandonaron desde el lunes sectores del este de Rafah y de Jan Yunis, después de que el ejército israelí ordenara una evacuación.