María Elena Galeano Pérez
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Agustina González es una joven que, a pesar de sus limitaciones, logró perseguir su sueño de convertirse en fonoaudióloga.
La joven profesional comenta que decidió seguir los cuatro años de la carrera universitaria, motivada por su propia historia de vida: “Desde que era chiquita, cuando viajaba a Brasil por mis controles, observaba la dedicación y la atención que los fonoaudiólogos brindaban a los pacientes”.
Dice que desde aquel entonces quiso ser como aquellos profesionales por su manera de acompañar a cada paciente y su afán en la búsqueda de una mejor calidad de vida para todos ellos.
Afirma que su camino para concluir la carrera consistió en entender su propia historia desde la mirada del profesional. En ese sentido, la licenciada en Fonoaudología por la Universidad Autónoma de Asunción, explica que cada materia y cada práctica la ayudaron a comprender mejor qué había vivido y cómo podía ayudar a otros niños en situaciones similares.
LA FAMILIA ES EL PILAR
“En mi caso, mi familia fue fundamental”, asegura Agustina sobre la importancia del apoyo de su familia en cada paso de su desarrollo y en la superación de su condición.
Cuenta que recibió un implante coclear a los 2 años y 8 meses en Brasil, debido a la hipoacusia neurosensorial profunda bilateral con la que nació.
“El niño necesita un entorno que estimule, acompañe, entienda su condición y trabaje en conjunto con los profesionales”, dice la joven y refuerza desde su propia experiencia, la idea de que la familia es el motor principal del progreso.
Confiesa, por otro lado, que los momentos más difíciles fueron en la escuela, donde muchas veces se sentía “diferente, frustrada o limitada”.
Añade, además que atravesar la exposición social como una persona hipoacúsica implantada fue también muy duro desde su niñez.
Pero como su núcleo familiar acompañó a cada terapia, aprendió con ella y sobre todo “nunca dejaron de creer” en su potencial: Agustina es el vivo ejemplo de superación.
LA TERAPIA AUDITIVO VERBAL
Sobre por qué de la necesidad de asistir a la terapia con un profesional especializado en terapia auditivoverbal, indica que esta es clave para guiar el desarrollo auditivo y lingüístico del niño con el apoyo de la familia. “El dispositivo auditivo da acceso al sonido, pero escuchar y hablar requiere un periodo de entrenamiento y estimulación especializada”, argumenta.
Lo que hace especial al trabajo que desarrolla Agustina, en su caso particular, es que puede ver las situaciones desde el punto de vista del paciente y del profesional, “porque viví ese proceso”, y por ello logra una conexión muy especial con cada uno de sus ocho pacientes que atiende en su consultorio.
La fonoaudióloga que presta servicios en el Centro Médico Paz-Diax en Fernando de la Mora, también acompaña a una joven, pero aclara que no trabaja con adultos de manera regular.
A nivel profesional comparte su deseo de seguir especializándose en audición, ayudando a que sus usuarios alcancen su máximo potencial. “En lo personal, quiero seguir creciendo, mantener mi independencia y construir una vida equilibrada y feliz”, señala, por otra parte, y asegura que sí desea formar una familia en el futuro.