06 oct. 2024

Atropello a la Constitución por fueros no debe quedar impune

El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.

Después de la tormenta desatada y el aluvión de cuestionamientos, el Senado revocó la polémica resolución de desdesafuero que devolvía el blindaje a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola. No se debe subestimar el escándalo suscitado pues se vieron prácticamente obligados a utilizar los argumentos de destacados juristas, quienes habían sido los más encarnizados críticos a la barbaridad perpetrada.

Desde el principio los cuestionamientos apuntaron a que la decisión de aquellos 23 senadores colorados y ex opositores era inconstitucional.

El Senado había acometido una acción de dudosa legalidad; la jugada promovida por el sector colorado cartista, de rever el desafuero de tres senadores fue interpretada como una acción de soberbia y prepotencia de quien, borracho de poder, se considera con suficiente poder para atropellar la Constitución Nacional. Pero no es así como funciona una democracia, una mayoría no puede colocarse por encima de la ley.

Claramente fue un atropello a la carta magna pues, como bien había advertido el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia Luis Lezcano Claude, la decisión del Senado de devolver los fueros a tres legisladores que cuentan con proceso judicial es inconstitucional; y había advertido que es “una resolución inédita que no tiene antecedentes en nuestro medio y, con seguridad, tampoco en otros países”. Asimismo había aclarado: “cuando la Cámara concede el desafuero está diciendo que está de acuerdo con que uno de sus integrantes sea sometido a un proceso penal y lo pone a disposición de la Justicia Ordinaria en cuanto a un proceso concreto, con todas las implicancias que ello supone, incluida la posibilidad de la prisión preventiva. Esto lleva directamente a forzar la independencia de los poderes.

Cuando la Cámara de Senadores restituyó los fueros de Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, el llamado procedimiento de “des desafuero” fue visto por un lado como una supuesta revancha por la falta de apoyos para quitar los fueros al expresidente Mario Abdo Benítez, investigado por la presunta filtración de datos sensibles sobre el ex presidente Horacio Cartes. Por el otro lado respondería a una aviesa intención de blindar al senador colorado-cartista Erico Galeano, y salvarlo de una condena en la Justicia. Dicho legislador está procesado por lavado de dinero y asociación criminal, en el caso A Ultranza Py, operativo que había desmontado una red de narcotraficantes. Además, incluyeron a Rafael Filizzola, con un proceso por supuesto perjuicio al Estado de cuando era ministro del Interior, y Hernán Rivas, procesado por el Ministerio Público por producción mediata de documentos públicos de contenido falso y uso de documentos públicos de contenido falso.

Ante la gravedad de estas acciones no se debe permitir que las decisiones de la mayoría cartista en el senado permanezcan impunes. Actualmente, hay una acción de inconstitucionalidad pendiente en la Corte, presentada por el Fiscal General quien ya había calificado la acción de “nuevo blindaje”, y que la resolución que se ataca de inconstitucional e insanablemente nula, además de inaudita “… de permitirse crearía afrenta al orden constitucional”.

Lo que hoy los mismos senadores que habían aprobado el desdesafuero señalan como excusa, de que en el “fragor de la batalla, tomamos decisiones apresuradas, pero no para obstruir a la Justicia”, deberá ser castigado pues puede sentar un grave precedente.

Revertir el desafuero fue un atropello a la constitución y es un ejemplo de lo que puede hacer una mayoría parlamentaria ebria de poder. Dejar impune ese acto también puede tener muy malas consecuencias para el sistema democrático.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.
Los agricultores familiares producen la mayor parte de los alimentos frescos y sanos, diversificados y culturalmente apropiados. Generan oportunidades de empleo agrícola y no agrícola, y ayudan a las economías rurales a crecer. La agricultura familiar preserva y restaura la biodiversidad y los ecosistemas, y utiliza métodos de producción que pueden ayudar a reducir o evitar los riesgos del cambio climático. La agricultura familiar es fundamental para mantener la capacidad adquisitiva de los ingresos de todas las familias y para reducir la pobreza en el sector rural. Dejarla en el abandono es poner un obstáculo al crecimiento sostenible, al bienestar de los hogares y al desarrollo del país.