En el 2014, el IPS tenía 14 obras paradas en distintos puntos del país. Una deuda histórica que mantiene con los 1.417.786 asegurados, de los cuales 801.422 son cotizantes del seguro social, el resto son beneficiarios, según datos hasta junio del 2020.
La infraestructura crece a paso muy lento, no así el número de asegurados. De 300.000 usuarios en el 2016, en cuatro años esta cifra trepó a 1.417.786, casi cinco veces más y con la misma infraestructura de hace casi 50 años.
Recién desde hace cinco años, el IPS puso el acelerador para construir más hospitales, refaccionar o ampliar, debido al crecimiento de los asegurados, que en la última década repercutió en la sobrecarga de pacientes, con internaciones hasta en los pasillos.
Hasta junio del 2020, se registran 7.020.185 prestaciones en salud, consultas médica y ambulatoria, y urgencias, estudio de imágenes y laboratorios, cirugías y otros. Una cifra que aumenta cada año. En los últimos cinco años se hizo casi lo mismo que en los últimos 50 años.
Edilberto Rivarola, de la Asociación Médica del IPS (Amips), considera que con la pandemia se agudizó la situación de la cobertura de salud. Sostiene que la debacle del seguro social se inicia con la asunción de Benigno López. “Hay un deterioro importante de la calidad del sistema de salud del IPS”. Esto se debe a la politización, sostiene.
ACELERADOR EN OBRAS. En los últimos años, desde la Dirección de Infraestructura se pisó fuerte el acelerador para agilizar obras emblemáticas que estuvieron durante años paradas, como el Hospital Ingavi, el de Pedro Juan Caballero e incluso de la Policlínica, cuyas construcciones ya están habilitadas, algunas incluso datan del 2013.
Uno de los ejemplos claros de lo que obligó el Covid-19 fue la refuncionalización del Hospital Ingavi que en principio iba a ser el Centro de Especialidades Quirúrgicas, pero que actualmente se convirtió en un centro de contingencia para atender pacientes con coronavirus. La misma situación acontece en Ciudad del Este, que también pasó a formar parte del sistema integrado con el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Pese a contar con estas obras, en el interior aún persiste la falta de camas de terapia, por lo que finalmente se centraliza todo en el Departamento Central y Asunción.
Estimativamente, están en marcha 10 construcciones. Las obras en ejecución que se encuentran en etapa final son la Unidad Sanitaria de Hernandarias y de Paraguarí, el Centro de Rehabilitación y Salud Mental. Las construcciones en etapas intermedias son las de Villarrica y San Juan Bautista. “La de San Juan Bautista es la continuación de una obra del 2011, está en un 87%”, explicó el ingeniero Rony González, titular de Infraestructura de la previsional.
En un 50% se encuentra el avance en el Hospital de Luque y el Centro Productor de Sangre. La subestática en Ingavi y el Hospital Central también están en proceso.
Otras obras que empezarán en breve son la construcción del Centro de Reconstitución de Citostáticos y Elaboración de Mezclas de Nutrición Parenteral y la Unidad Sanitaria en 12 de Junio. “La mayor época fue en los últimos cinco años”, en la época de Benigno López, señaló el director de Infraestructura. Analizan proyectos para el Chaco, que están postergados hace 40 años.
El ingeniero González considera que el IPS logra dar cobertura a casos de Covid-19 mediante grandes obras concluidas, como la de Ingavi y Ciudad del Este.
El impacto (de las obras) se está midiendo, si lo que estamos haciendo tiene un impacto esperable. Ing. Ródney González, titular de Infraestructura.