Según cálculos, serían cerca de 300 personas que deberían ingresar al país, ya que son los jugadores y su entorno familiar.
Al ser un número muy grande y con los albergues del Estado casi llenos, el proceso podría ser más largo de lo habitual y segmentado, dependiendo de la distancia en la que se encuentran y la urgencia por volver al país de cada jugador.
Recordemos del caso del jugador paraguayo, Francisco García Brítez, que está en el norte de Italia, sin jugar y sin recursos que elevó su pedido de repatriación a la Embajada paraguaya en ese país y aguarda por un vuelo humanitario.
En el caso de los jugadores extranjeros que militan en el fútbol paraguayo y abandonaron el país, las fronteras de momento seguirán cerradas, esto complicará las posibilidades en caso que siga la cuarentena inteligente y a partir de mediados de mayo se pueda retornar a los entrenamientos.