Contrariamente a las estimaciones realizadas para el 2020, este año por lo menos ya sabemos en la situación de pandemia en que está el mundo y que Paraguay no puede aislarse totalmente del resto del planeta.
El año pasado todas las proyecciones se realizaron sin considerar un evento sanitario como la pandemia del coronavirus, lo cual una vez instalado echó por tierra todas las proyecciones y obligó a la mayoría de los países a instalar planes de emergencia para salvaguardar la salud de la población y la economía.
Este año el anuncio de la posibilidad de contar con una vacuna efectiva contra el Covid-19 está animando a los diferentes sectores de la economía a realizar nuevas proyecciones y a encarar nuevos desafíos tratando de normalizar lo más que se pueda las actividades productivas, sociales, educativas y familiares.
Sin embargo, las proyecciones hacen la salvedad de que los pronósticos sanitarios y económicos se irán cumpliendo en la medida en que toda la población mantenga los cuidados y disminuyan los niveles de contagio y los decesos por causa de la mencionada enfermedad.
Aunque parezca una película de ficción el anuncio de rebrotes, la mutación del virus a uno más potente o que la vacuna esté generando ciertas reacciones en algunos pacientes, particularmente no deja de sorprender el virus, por lo que vale la pena mantener un optimismo moderado y no cantar victoria antes de tener resultados más confirmados.
No deja de sorprender este virus, por varios motivos, aunque seguramente los científicos tendrán algunas respuestas.
Primero sorprendió por la rápida expansión de los casos. Originalmente se detectó en una provincia china, en pocas semanas ya se reportaron los primeros casos en Europa, luego Estados Unidos y para no quedar atrás los países latinoamericanos también registraron los primeros casos en menos de dos mes. En Paraguay se detectó tres meses después de los primeros casos reportados en China.
Algunos señalan que la globalización y el gran intercambio comercial, a más de los constantes viajes que realizan las personas, son algunos de los factores que ayudaron a una rápida expansión del virus, aunque otros más desconfiados hablan de que el mismo fue traído y distribuido de forma maliciosa mediante la circulación de personas infectadas o portadoras del virus.
Sorprende también el hecho de que la pandemia ya lleva un año sin que se pueda tener un control efectivo sobre ella, pese a lo avanzada que está la ciencia. En las películas de ficción por lo menos solían encontrar un antídoto o una vacuna en menor tiempo.
Ahí surge una nueva duda de si en verdad se necesita tanto tiempo para encontrar una medicación adecuada contra el coronavirus o lograr una vacuna o si las autoridades sanitarias a nivel global están demorando más de lo debido en dar una respuesta que responda a proteger la salud y la vida de las personas.
Pero bueno. Mientras seguimos esperando que los médicos autoricen una medicación acertada o que autoricen el uso de una vacuna segura para la población, nos vemos obligados a iniciar la semana laboral con la sombra del coronavirus encima.
Esto nos obliga a seguir manteniendo la cautela, a extremar los cuidados y a encarar los negocios respetando las medidas sanitarias.
Creo que todos anhelamos que pronto podamos normalizar las actividades cotidianas, es el deseo y el clamor de la mayoría de la población. Para que se cumpla este deseo debemos seguir cuidándonos y seguir paso a paso el accionar de las autoridades sanitarias locales y globales. Bajo ningún pretexto se puede jugar con la salud y la vida de las personas.
¡Que Dios nos guarde en este año que arrancamos!