Los agricultores reflexionaron sobre el trigo como un cultivo milenario que constituye la base de la dieta en la mesa familiar. Destacaron la calidad del cereal paraguayo y se plantearon metas para este 2023; una intención de siembra que ronda las 350.000 hectáreas y que arrojaría un rendimiento total de 800.000 toneladas.
Sin embargo, la capacidad de molienda es de alrededor de 1.200.000 toneladas y apenas se aprovecha el 50% en promedio, por tanto hay un amplio margen para la molienda.
“Aumentar la producción, aprovecha más la capacidad de molinada, aumentar el volumen de exportación”, son los desafíos que enfrenta el sector, según explicó la gerente de la Asociación de Productores de Soja y Oleaginosas (APS), Patricia Ruiz Díaz.
Barreras. La distribución geográfica del trigo es limitada, teniendo en cuenta que se desarrolla en zonas más frías, explicó Ruiz Díaz. Asimismo, el costo de producción es significativo y como la temporada de cosecha coincide con una “abundancia” en el mercado internacional, los precios bajan y no compensan la alta inversión. Estos factores inciden en la decisión de los productores al momento de elegir los rubros de invierno.
En Yguazú, Alto Paraná, se reunieron representantes del sector público y privado, entre ellos el intendente local, Mauro Kawano; el presidente de la Federación de Cooperativas de la Producción, Alfred Fast, y el titular del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria, Édgar Esteche. Estos se refirieron a la coyuntura política actual y afirmaron que seguirán trabajando bien con el próximo gobierno.
