EFE
El arqueólogo granadino, José Luis López Castro (Universidad de Almería) explicó a Efe que los descubrimientos realizados en la cuarta campaña de investigación en las áreas urbanas fenicias de Útica de 2015, “aportan novedades para la comprensión del mundo púnico”.
Codirector del proyecto arqueológico, López Castro argumentó que “si bien la tradición griega y romana situaba la fundación de Útica a finales del siglo XII a.C. las investigaciones han podido demostrar que se retrasa la fecha de fundación al siglo IX a.C.”.
“Es una fundación más antigua que la de Cartago, lo que cambia la visión del mundo púnico porque hasta ahora en Túnez no se había encontrado nada de antes del siglo VIII”, señaló el especialista.
Este novedad se debe al hallazgo de unos vestigios de un edificio del siglo IX y de un cercano pozo que fue rellenado con miles de fragmentos de cerámicas griegas, líbicas, sardas, vilanovianas y también tartésicas del sur de España.
“La misión arqueológica halló en ese pozo restos de animales que se consumieron en banquetes rituales así como dos edificios superpuestos, uno del siglo VI a.C., y otro del siglo IV, que son los basamentos de dos templos conectados con una fuente natural de agua caliente”, detalló el experto.
La ciudad de Útica fue, con sus 120 hectáreas de terreno, la más importante después de Cartago, por lo que los romanos instalaron en ella la capital de la provincia romana de África (tras la destrucción de Cartago).
El arqueólogo prevé la restauración y consolidación en un futuro próximo de todos estos nuevos descubrimientos “con el objetivo de que puedan ser visitados por el público”.
La zona será incluida en el proyecto de investigación arqueológica tunecino-español en la ciudad de Útica que se inició en 2010 tras un acuerdo de colaboración científica entre el Instituto Nacional del Patrimonio tunecino (INP) y el Centro de Estudios Fenicios y Púnicos español.
Con el objetivo de divulgar estos descubrimientos, López Castro dio hoy una conferencia en la sede local del Instituto Cervantes, junto a su homólogo tunecino, el doctor Ahmed Ferjaoui, del INP.