Argentina inició ayer el proceso de vacunación contra el Covid-19, con dosis de la china Sinopharm, a menores de entre 3 y 11 años, ubicándose como uno de los pocos países el mundo en inmunizar a personas de esa franja de edad.
Entre ayer y hoy, un total de 2.006.300 dosis se distribuirán por las 24 jurisdicciones del país, con el objetivo de comenzar su aplicación pediátrica a partir del martes. La capital argentina también abrió el proceso de inscripción para vacunar a niños de entre 3 y 11 años con enfermedades preexistentes, un registro ya iniciado en la provincia de Buenos Aires, con unos 400.000 menores bonaerenses apuntados al programa. La ministra argentina de Salud, Carla Vizzotti, justificó la medida debido al aumento proporcional de nuevos casos entre los menores de 18 años, porque claramente son los que todavía son susceptibles (de contagiarse) y no fueron inmunizados.
En un primer momento, la decisión de vacunar a menores de 11 años con Sinopharm causó resquemor entre las entidades pediátricas de Argentina, que pidieron acceder a la evidencia científica antes de su aprobación de emergencia por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Para finales de octubre, el Gobierno argentino contará con un stock de 12 millones de vacunas Sinopharm para aplicar a toda la población pediátrica de entre 3 y 11 años, casi 6 millones de personas. EFE
