El viaje del ministro Acevedo y comitiva a Buenos Aires se dio ayer en forma intempestiva al conocerse el miércoles que el Fondo Ruso de Inversión Directa notificó a Richmond que el Centro Gamaleya (desarrollador de la Sputnik V) aprobó las muestras enviadas por el laboratorio en abril pasado, de los primeros lotes que había fabricado, un requisito fundamental para que comience su producción a escala, según explicaciones del embajador Marcelo Scappini, director general de Política Bilateral del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE). La producción comenzaría la semana entrante y, aunque estará sujeta a la cantidad del principio activo que se envíe desde Rusia, el laboratorio estima que podría realizar la formulación y envasado de hasta 500 mil dosis semanales de la vacuna contra el Covid-19. “Obviamente, primero deberá atender la demanda local”, precisó Scappini, solo después podrá responder a los pedidos externos y allí, Paraguay se anotó en primer lugar.
El canciller también se reunió con su par de la Argentina, Felipe Solá. Entre otros temas conversaron sobre el desarrollo de los planes de vacunación contra el Covid-19 en sus respectivos países, y “coincidieron en la necesidad de considerar las vacunas como un bien público global”, y garantizar su producción y su distribución de manera equitativa.
También se reunió con el asesor de Asuntos Estratégicos del presidente Alberto Fernández, Gustavo Béliz, que expresó toda la predisposición para cooperar con Paraguay.
