Arce selló mediante decreto el acuerdo que alcanzaron el pasado 10 de julio los partidos políticos y el Tribunal Supremo electoral para cancelar de “forma excepcional” el proceso de elección interna de los partidos.
La decisión supone un nuevo golpe para Morales en su disputa con Arce por la nominación del oficialismo de cara a las presidenciales de 2025.
El influyente líder indígena, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, está inhabilitado para postularse de nuevo, pero aun así intenta, con el apoyo de un ala de su partido, revertir el impedimento mediante presión popular y la elección de nuevos jueces electorales que revisen el fallo en contra.
En su estrategia, Morales pretendía competir en las primarias.
Ahora, tras la anulación de la instancia de las primarias, Arce va tras la aprobación de un referendo sobre la reelección presidencial, que en teoría podría sepultar las aspiraciones de Morales de volver a competir por la presidencia.
Las divergencias entre ambos también se manifestaron tras el levantamiento militar ocurrido en La Paz, el pasado 26 de junio. Mientras Arce aseguró que fue un intento de golpe, Morales habló de un autogolpe para mejorar la imagen presidencial. AFP