Con 13 votos a favor, la Junta Municipal de Asunción aprobó ayer ceder por otros cinco años más el usufructo de una fracción de la reserva ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción a la empresa Astilleros Rasi SRL, cuya representación figura a nombre de Juan José Zapag.
El hecho fue cuestionado por algunos concejales, ya que se trata de un área silvestre protegida. La concejala Fabiana Sánchez de Benegas, quien busca reelección y fue vocera del dictamen A, a favor de aprobar el usufructo, solo se limitó a leer el documento.
El vocero del dictamen B, por el rechazo, concejal Federico Franco Troche, señaló que el Plan Regulador solo define actividades recreativas de baja intensidad para dicha área ecológica.
“Un astillero es una actividad que genera polución. Allí se manejan combustibles, lixiviados, elementos pesados como cobre que afecta al agua. No existe pago de canon que pueda compensar el daño que está haciendo a la reserva”, indicó Franco Troche.
Lamentó que desde el 2005 la Municipalidad de Asunción y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) no cumplen con la obligación de desarrollar un plan maestro de manejo de esta reserva ecológica para impedir este tipo de actividades.
“La instalación de un astillero en un sitio de valor ambiental, protegido por leyes, es absolutamente incompatible. Es el reconocimiento del absoluto fracaso institucional de la Municipalidad y de otros entes del Estado para tutelar las reservas naturales”.
En el dictamen aprobado se encomienda a la Intendencia que se dé cumplimiento a percibir en concepto de canon anual, el monto de G. 375.819.778, conforme al salario mínimo legal vigente. La empresa deberá realizar los trabajos de mantenimiento y reparación de la calle.
Este diario intentó obtener la versión del señor Zapag, pero no respondió las llamadas realizadas a su teléfono.