11 sept. 2025

Aplanadora colorada amenaza
el equilibrio de poderes

El presidente del Congreso Nacional justifica el copamiento de las instituciones del Estado por parte de la ANR con el argumento de la mayoría. Esta intromisión partidaria en todos los estamentos de la República nos recuerda a la práctica de la dictadura de Alfredo Stroessner, que con la nefasta unidad granítica construyó la perversa idea de identificación del Partido Colorado con el Estado paraguayo. Nuestra democracia está en riesgo, pues precisa del equilibrio y la independencia de los poderes, sin eso no será una democracia.

Nada ilustraría mejor a un gobierno como el que asumirá dentro de un mes que el sustantivo aplanadora, pues este será el uso que le darán a la mayoría que ostenta el Partido Colorado. La octava vez que el pueblo paraguayo acudió a las urnas para elegir gobierno, en la era democrática, la ANR, con Santiago Peña como candidato, alcanzó una histórica diferencia de votos, apenas superada por el general Andrés Rodríguez en 1989. Peña ganó con una gran diferencia de votos y su partido logró mayoría en ambas cámaras del Congreso.

El Partido Colorado controla no solamente el Poder Ejecutivo, sino además el Poder Legislativo, y ahora se está asegurando de tener bajo su control también el Poder Judicial. ¿Qué podría salir mal con este esquema?

Para el presidente del Congreso Nacional, Silvio Ovelar, “el poder se ejerce con la mayoría”. Dijo también el senador colorado que el “mandato te da el pueblo a través de las urnas”, y que los espacios de poder se ocupan “si uno tiene los números”. Ovelar sostuvo que si perdían las elecciones “tampoco iban a ser tan gentiles con nosotros”; irónicamente lo dijo antes de participar en el Foro Latinoamericano de las Ideas.

La aplanadora colorada que regirá los destinos del país durante los próximos cinco años controlará el Ejecutivo, ya controla el Legislativo, y ahora inició el copamiento del Judicial, con lo que el pueblo paraguayo puede descartar que podremos tener una Justicia plural e independiente.

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura, instancias desde las cuales se controla, sanciona y elige a fiscales y jueces, estarán integrados exclusivamente por diputados y senadores colorados. Este copamiento por parte de la aplanadora, sin duda, nos provoca un déjà vu: y 35 años de dictadura totalitaria avalan esa desagradable sensación.

El senador de Honor Colorado Hernán David Rivas fue electo presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. El ex diputado ya integraba el Jurado y su ingreso fue cuestionado, pues ni siquiera tenía el título de abogado. Recientemente, fue acusado de usar en su campaña electoral la avioneta de Erico Galeano, también usada por el narcotraficante Sebastián Marset y Tío Rico, del clan Insfrán. Tras su elección como presidente del JEM, Rivas proclamó su lealtad a Horacio Cartes: “Ustedes saben que yo le adoro a don Horacio Cartes, para mí es una excelente persona…” La dictadura de Alfredo Stroessner coloradizó las instituciones del Estado, con la identificación absoluta del Estado con el Partido Colorado, de modo que las instituciones —entiéndanse ministerios y todas las oficinas públicas— se convirtieron en seccionales coloradas, sostenidas, claro, con el Presupuesto de la Nación, fruto del sudor del pueblo paraguayo que paga sus impuestos. La denominada unidad granítica de la era dictatorial de Stroessner alineó al Gobierno, Partido Colorado y Fuerzas Armadas, y con ella se sostuvo una sangrienta dictadura que violó derechos humanos y empobreció a la población durante 35 años.

El error que cometen quienes ven el copamiento del Estado paraguayo por parte de la mayoría colorada como un “positivo” regreso a los tiempos de Stroessner es que la República del Paraguay ya no es regida por una Constitución Nacional hecha a la medida del dictador, sino que nos rige una Carta Magna en la que se proclama la independencia de los poderes y que ninguno de estos podrá atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o colectiva, facultades extraordinarias o la suma del poder público. La democracia está en peligro, por eso, hoy más que nunca se deben defender los principios consagrados en nuestra Constitución.