Pobladores de la ciudad de San Lorenzo se encuentran hartos de la inacción del Ministerio de Obras Públicas (MOPC) y del Municipio ante la falta de soluciones en la deplorable avenida Avelino Martínez y sus intersecciones.
Los ciudadanos lamentan el pésimo estado de dicha avenida, sobre todo en su cruce con Isla Po’i, y es por ello que optaron por pagar con su propio dinero a paleros ocasionales que hacen su extra para que rellenen los pozos de la arteria con tierra y escombros. La Comuna y el MOPC se llaman al silencio ante la calamitosa situación.
Los ciudadanos están cansados de las medidas parches por parte del Municipio, ya que tras cada lluvia las calles se vuelven deplorables nuevamente.
Trabajadores de los alrededores relataron que los paleros acuden a la zona en horarios pico, ya que debido a los enormes cráteres con agua servida el tráfico se torna caótico.
“Los vecinos pagamos a personas que vienen a ayudar a tapar los baches con arena y escombros, porque la Municipalidad se desentiende de la situación. Hace años este tramo se encuentra en este estado. Yo tengo mi negocio y nos perjudica y ahora también estamos arreglando el frente, porque es imposible transitar en esta calle”, relató Micaela Aranda.
Otra ciudadana también decidió comprar escombros para bachear por su cuenta la intransitable avenida Avelino.
La pobladora manifestó que pagó G. 100.000 para intentar tapar los pozos de la arteria y exigió una urgente respuesta a las autoridades pertinentes. “Yo compré el escombro y le pagamos a un motocarro para que arregle un poco los pozos. Ya no pueden pasar criaturas ni personas mayores por los tramos intransitables”, lamentó.
Alegó, igualmente, que la gente del Ministerio de Obras Públicas y de la Comuna de San Lorenzo pasan todos los días por la zona y “miran y no hacen nada”.
HARTAZGO CIUDADANO. Por otra parte, otra pobladora de la zona destacó que el Municipio siempre hace trabajos provisorios que luego, tras cada lluvia, dejan al descubierto la precariedad de los taponamientos realizados.
“Luego de cada lluvia las calles se descomponen otra vez y se vuelven a abrir los pozos. Los paleros deben traer arena de una cancha que se está construyendo por acá para poder tapar las zanjas. Es algo de todos los días”, comentó Luz Cándida.
Otra de las problemáticas de la zona es la falta de un sistema de desagüe pluvial, motivo por el cual los pobladores se encuentran en figurillas después de cada lluvia.
“Acá no se puede caminar cuando llueve, el raudal es muy alto y es un peligro para los conductores de la zona”, manifestó Giannina González.
La misma situación crítica se registra en Avelino Martínez, desde Tres Bocas hasta Leopardi, en donde se pueden observar las calles que parecen campos bombardeados. Las autoridades siguen sin responder.
