“La idea de pintar en familia surgió por mantener a las niñas entretenidas en la cuarentena. Como a todas nos gusta pintar fue la mejor manera de tener una actividad que nos mantiene unidas y divertidas”, recordó Patricia Dunjó, docente y mamá de Valeria (11) y Agustina (7) Zárate Dunjó.
“Se me ocurrió la idea de fomentar la pintura, y como teníamos unas butacas en casa, emprendimos la tarea de pintarlas. Una vez terminado el trabajo, las alcé en mis estados para compartir la alegría, y mis contactos no paraban de pedir que les hiciéramos algo similar”, detalla Dunjó.
De esa forma, surgió primeramente la idea de pintar butaquitas para hacer más divertido el encierro. “Luego surgieron los cuadritos con frases, cajitas, y cada vez teníamos más y más pedidos. Como soy docente, hago esto en mis tiempos libres, que son cortitos, y así compartíamos juntas, pero luego ellas por propia iniciativa ya pintaban”, describió la docente.
En vista de los cambios de estilo de vida debido al Covid-19, esta actividad, que empezó como una idea recretativa familiar, se volvió lucrativa. “Esto nos da un ingreso económico extra, lo cual nos vino de maravillas, pues mi sueldo como docente se vio afectado. Esta es una forma de ayudar a la canasta familiar”, confiesa.
Con la pandemia, una de las habitaciones de la casa primeramente se convirtió en un aula para que la docente desarrolle sus clases, y luego, por esta actividad artística, se volvió también un pequeño taller.
“El taller se va expandiendo, ya pasamos a ocupar la sala, el patio, y también tengo una amiga muy creativa, quien me insistía en hacer la página web con los productos, y así surgió Angaite, a partir de estos trabajos que estamos haciendo, y ya no fueron solo parientes los que pedían sino también las personas que gustan del trabajo artesanal. No hay una obra igual a la otra, nuestro trabajo es 100% a mano”, sostuvo Dujó.
Actualmente, Angaite, que sumó al tío y a una amiga, ofrece butacas, cuadritos, guampas, llaveritos, portallaves, cajitas. “En todas estas vacaciones nos pasamos pintando con ellas. Atendemos los pedidos de la gente, es lo que sabemos y nos gusta hacer”, comenta.
Para realizar pedidos llamar al teléfono (0961) 450-473. Angaite también se encuentra en las redes sociales, como Instagram y Facebook.
El talento y la unidad familiar hicieron surgir una próspera producción de trabajos de pinturas artesanales, en venta a través de las redes sociales.
Emprendedores
Patricia Dunjó, docente de educación inicial, inició Angaite (Instagram y Facebook _angaite_ @angaite2) con sus hijas pequeñas Valeria y Luciana, de 11 y 7 años, respectivamente, como una forma de actividad familiar, divertida y lúdica. Sin embargo, la aceptación de las obras realizadas, que iniciaron con butaquitas, amplió el staff, al cual se sumaron el tío Beto Dunjó, e Isabel Martino, una amiga de Dunjó. Martino, quien fue la que más insistió en ampliar el negocio a otras personas fuera el círculo familiar, también tiene dos hijas, con quienes prepara velas aromáticas. Las mismas también se ofrecen en las redes, las cuales esperan ampliar con seguidores y futuros clientes. Para pedidos también contactar al (0961) 450-473.