La Cámara de Senadores, por unanimidad, aprobó ayer el proyecto de ley que amplía la tarifa social de la ANDE y que ya tenía la media sanción de Diputados. Sin embargo, los senadores decidieron simplificar algunos conceptos, de manera a hacer más fácil su aplicación. Este pedido había sido hecho por la propia empresa pública durante las reuniones mantenidas con las distintas comisiones.
El texto que finalmente aprobó la Cámara Alta, y que vuelve a pasar a la Cámara Baja para su estudio, establece que solo habrá dos grupos de aplicación: La tarifa social básica y la promoción social. La normativa de Diputados creaba los grupos vulnerables y muy vulnerables, así como protección social y promoción social, cada uno con diferentes rangos de subvenciones. Además, se debían tener en cuenta las condiciones socioeconómicas de los hogares para brindar el privilegio.
La nueva iniciativa ahora indica que la tarifa social básica regirá para todos los usuarios cuyo consumo no exceda los 300 kilovatios hora por mes (kWh/mes) en baja tensión y no habrá otros condicionamientos socioeconómicos. El cliente que consuma hasta 150 kWh/mes recibirá un subsidio igual al 75% de la tarifa social vigente. A modo de ejemplo, si una persona usó 150 kWh, en lugar de pagar G. 52.483, abonará solo G. 13.121.
El usuario que utilice hasta 300 kWh/mes gozará de un descuento del 30%. Si el cliente excede los 300 kWh/mes, el consumo adicional será facturado con el precio de la tarifa residencial normal que corresponda.
PROMOCIÓN SOCIAL. Para la franja de promoción social el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) sí deberá aplicar criterios socioeconómicos (núcleos familiares en situación de pobreza), a fin de definir quiénes serán los beneficiarios. Se tendrá en cuenta si la energía eléctrica de esa residencia es una herramienta para generar ingresos económicos.
En este grupo, los usuarios que consuman hasta 300 kWh/mes tendrán un subsidio equivalente al 75% de la tarifa residencial. Por ejemplo, si un hogar utilizó 300 kWh tendrá que pagar G. 27.409 y no 109.635.
Los que demanden hasta 600 kWh/mes obtendrán una subvención del 30%.
DISCUSIÓN. La intención de la ANDE era que toda la tarifa social, en sus distintas aplicaciones, sea destinada exclusivamente a los usuarios más carenciados socioeconómicamente y que no se otorgue solo por bajo consumo, como estipula la legislación actual.
Sin embargo, la senadora Esperanza Martínez señaló que es mejor no aplicar esos criterios de vulnerabilidad para la tarifa social básica (hasta 300 kWh) y se considere únicamente el bajo consumo. De lo contrario, se caería en prebendarismo y los políticos aprovecharían para dar el beneficio a cambio de votos, aseguró.