Este juego consiste en inducir a una persona al desmayo, a través de la asfixia intencional para sentir una especie de desvanecimiento. La siquiatra Lourdes Zelaya, del departamento de salud mental del Hospital Pediátrico Acosta Ñu, señaló que se trata de una práctica de riesgo mortal “llevada a cabo por algunos jóvenes que deben ser evaluados por profesionales dentro del campo de la salud mental”.
Según la siquiatra infantojuvenil, este tipo de conductas podrían ser indicadores de otro tipo de problemáticas más complejas de base como trastornos depresivos, situaciones traumáticas, conflictos familiares o interpersonales. La especialista instó a los padres, educadores y profesionales a investigar más sobre este tipo de prácticas de riesgo.
El doctor José Mayans dice que hay una errónea percepción de que el juego de la asfixia es una actividad de bajo riesgo. Otra creencia que motiva a los jóvenes a practicar esta conducta es que se puede inducir a una sensación de euforia o de alucinación similar a lo que provocan las drogas y el alcohol.
El juego de la asfixia puede ocasionar daños al sistema nervioso, señala el doctor José Cortti, jefe del departamento de Neurología de Clínicas. El médico alertó que médicamente hablando puede producir la falta de oxígeno al cerebro, lo que puede provocar un estado de coma vegetativo y conducir a la muerte.
Los médicos explican que cuando una persona oprime el cuello, por falta de oxígeno se puede generar una enfermedad cerebral, ya que el cerebro no acepta permanecer mucho tiempo sin oxígeno. En los casos en que la persona cae y no respira se debe hacer respiración boca a boca. Si se quiebra el cuello o la columna, evitar mover a la persona.