15 jul. 2025

Alertan que inhalación del gas del brasero puede causar intoxicación

El uso de braseros en época de frío puede ser perjudicial para la salud por tratarse de una fuente de intoxicación, debido al monóxido de carbono que despide durante la combustión incompleta de los productos carbonatados, e incluso puede llegar a causar la muerte del paciente, explicó el doctor José Oviedo, neumólogo del Hospital Central de IPS.

Sin abuso.  El brasero no debe quedar prendido en lugares cerrados para evitar accidentes.

Sin abuso. El brasero no debe quedar prendido en lugares cerrados para evitar accidentes.

Comentó que el brasero utilizado como método de calefacción en las viviendas precarias, además, suele propiciar accidentes caseros con el manejo del carbón encendido cerca de los habitantes.

“En nuestro país es comúnmente utilizado para calentar ambientes cerrados especialmente en las casas rurales y las precarias. Este es la fuente más frecuente de los accidentes caseros por intoxicación por monóxido de carbono”, expresó Oviedo.

El profesional recomendó no utilizar estos dispositivos en ambientes totalmente cerrados, no dormir con los braseros encendidos y ante la presencia de síntomas se debe acudir a los servicios especializados o de urgencias.

Los síntomas de una posible intoxicación por inhalación del gas son fatigas, malestar, debilidad, náuseas, somnolencia, que se debe por aspirar la combustión, lo que desplaza el oxígeno circulante en sangre.

AFECCIÓN RESPIRATORIA. El descenso de las temperaturas que en los últimos días se dio en forma brusca predispone a la aparición de enfermedades respiratorias, que afectan principalmente a los niños y adultos mayores, por lo que el Ministerio de Salud Pública (MSP) da recomendaciones para evitar complicaciones en los próximos días que seguirán con bajas temperaturas.

El lavado frecuente de manos es un hábito higiénico preventivo para evitar la trasmisión de virus y bacterias a través de las manos; además del consumo de frutas de estación y verduras así como la ingesta de abundante agua para mantener el cuerpo hidratado y colaborar con el fortalecimiento del sistema inmunológico, para hacer frente a los cambios climáticos.