El “buen estado” del mercado laboral en la mayor economía europea, la “fuerte” creación de empleo y las “buenas” subidas salariales, alimentan el consumo interno y cimentan las predicciones de primavera del Ministerio de Economía, que presentó hoy su titular, Brigitte Zypries.
“La economía alemana crece de forma sólida y se mantiene en la senda del crecimiento a pesar de un contexto global caracterizado por los imponderables”, afirmó la ministra.
Los pronósticos, que prevén también que el producto interior bruto (PIB) avance un 1,6 % en 2018, se sitúan a grandes rasgos en los rangos apuntados en las últimas semanas por el informe conjunto de los principales institutos y por el consejo asesor del Gobierno alemán, conocido como “los cinco sabios”.
El contexto internacional, describió Zypries, es el frente que más “riesgos” conlleva para la economía, donde asuntos como la salida de Reino Unido de la UE, con “consecuencias aún imprevisibles”, la política comercial estadounidense, aún no perfilada en detalle, y la evolución de la economía china, arrastran cierta “inseguridad”.
Por el momento no hay estimaciones sobre las consecuencias económicas para Alemania y la UE del “brexit”, porque aún no se conocen los “parámetros” en los que se producirá, pero Zypries indicó que esos costes se podrán empezar a estimar a partir de mayo, cuando se acuerden las líneas generales de la negociación entre Londres y Bruselas.
Sobre las posiciones de la nueva administración en EE.UU., abogó por esperar a que el presidente Donald Trump presente hoy los principios de su prometido plan de reforma fiscal.
A su juicio, es poco probable que Washington acabe poniendo en marcha, como se planteó, un “impuesto de ajuste” a las importaciones de ciertos países, basándose en sus conversaciones con representantes de las empresas alemanas que operan en EE.UU.
Los “riesgos internacionales” van a afectar poco a Alemania “porque tenemos una economía interna sólida”, insistió Zypries.
Tras diez años consecutivos con incrementos de la población empleada, el Gobierno alemán estima que el número de trabajadores alcanzará este año los 44,1 millones de personas y los 44,4 en 2018, dos millones más que en 2013, al arranque de la actual legislatura.
El desempleo, por su parte, caerá este año hasta los 2,55 millones de personas y se mantendrá estable el próximo, lo que situaría la tasa claramente por debajo del 6 %, a pesar del gran número de refugiados que está ingresando en el mercado laboral.
Zypries calificó la creación de empleo y las subidas salariales de “buenas noticias”, porque dinamizan la economía y contribuyen -vía importaciones- a reducir el superávit por cuenta corriente de Alemania, que preocupa a algunos de sus principales socios comerciales, como EE.UU.
No obstante, la ministra socialdemócrata reconoció que aún hay cuestiones que mejorar en la economía alemana, donde persisten fuertes desigualdades, y abogó por lograr un crecimiento más “inclusivo” cuyos beneficios lleguen a más gente.
“Tenemos tareas que hacer, pero también otros”, señaló Zypries en relación a las críticas que recibe Alemania por su superávit comercial y a las demandas de Berlín a sus socios para poner en marcha reformas estructurales.
Los pronósticos del Ministerio de Economía estiman también que las exportaciones avanzarán un 3,3 % este año y un 3,8 % el próximo, mientras las importaciones repuntarán un 4,5 y un 4,7 %, respectivamente.
Por su parte, las inversiones se incrementarán un 2,3 y un 2,9 % en estos dos ejercicios, aunque de forma desigual: las inversiones en bienes de equipo crecerán un 1,1 % y un 3,3 %, y las inversiones inmobiliarias avanzarán un 2,9 y 2,7 %, respectivamente.
El índice de precios al consumo (IPC) se situará este ejercicio en el 1,8 % y en el 1,6 % el próximo, según los cálculos del Ministerio de Economía, acercándose a los valores que persigue el Banco Central Europeo (BCE).
