Finalmente, el Tata Martino tiene plena libertad para conformar el último onceno de las eliminatorias sudamericanas. En la última práctica, de cara al duelo de este miércoles ante Colombia, presentó varios cambios y las novedades tuvieron como protagonistas a Elvis Marecos y Jorge Achucarro _el onceno fue con Villar; Bonet, Cáceres, Alcaraz y Marecos; Santana, Ortigoza y Riveros; Haedo, Cabañas y Achucarro_.
En principio, y como el mismo seleccionador lo había explicado en la conferencia del lunes, las variantes tenían que ver con que “tenemos a varios jugadores que están con una amarilla (6) y por ello seguro vamos a tener que realizar un par de cambios”, refiriéndose a la posibilidad que una tarjeta ante los cafeteros suspenda al jugador afectado (por acumulación) del primer partido del Mundial 2010.
SOLO LA ROJA. Sin embargo, según aclaró la propia Asociación Paraguaya de Fútbol, no existe tal posibilidad. Según el Código Disciplinario de la FIFA, “Las suspensiones por acumulación de tarjetas amarillas NO se transportarán a la Copa Mundial y quedarán anuladas. Es decir, para cuando un jugador recibe una segunda tarjeta amarilla en un partido diferente”.
De lo que tendrán que cuidarse los albirrojos ante los cafeteros, es de una expulsión, porque: “Las suspensiones provenientes de Tarjetas Rojas (tarjetas rojas directas o acumulación de dos tarjetas amarillas EN UN MISMO PARTIDO) se transportarán a la Copa Mundial (para los equipos que se clasifiquen para la Copa Mundial) ó al partido oficial subsecuente del equipo representante (para los equipos que no se clasifiquen para la Copa Mundial)”.
TODO ES ALEGRÍA. Con esta aclaración, todos los jugadores están habilitados para ser protagonistas del cierre de la mejor eliminatoria que realizó Paraguay hasta ahora, con 10 triunfos (uno más que Brasil y Chile), 3 empates y 4 derrotas.
El equipo albirrojo, que está segundo por menor diferencia de gol que Brasil, puede incluso terminar primero, lugar que ocupó indiscutiblemente durante los dos primeros años de competencia.
Por todo esto, y para coronar con otro éxito esta gran campaña, los jugadores convocan a esa afición que fielmente los acompañó y vivió con ellos momentos difíciles, emotivos y felices. Es que al final, todos son responsables de una cuarta presencia consecutiva de Paraguay en un Mundial.