Los minimercados de la cadena Biggie son, aparentemente, los blancos favoritos de los llamados motoasaltantes.
En un recorrido por algunos de estos locales, que funcionan las 24 horas, algunos empleados manifestaron que son “visitados” por motoasaltantes por lo menos una vez al mes en la mayoría de estos centros.
El modus operandi resulta muy similar en casi todos los casos. Aprovechan el horario nocturno para realizar sus golpes, cuando menos clientela llega.
“Para colmo, para la policía y los dueños nosotros somos cómplices”, manifestó un ofuscado empleado.
Uno de los últimos casos que registramos sucedió en el barrio Loma Merlo, el 25 de agosto pasado.
Llegaron en una moto, ingresaron y se hicieron pasar por clientes.
Redujeron al guardia y a otros trabajadores. Se llevaron G. 1.000.000 de la caja y G. 400.000 pertenecientes a los empleados.
En su huida se llevaron hasta el automóvil de uno de los trabajadores.