Entre esas víctimas mortales hay al menos 128 civiles, de los que 37 eran menores de edad y 25 mujeres, que han perdido la vida desde el pasado 31 de mayo, cuando comenzó el ataque de las FSD para arrebatar al EI el control de Manbech, uno de los feudos de los yihadistas en la provincia septentrional de Alepo.
El Observatorio destacó que cincuenta de esos civiles fallecieron por bombardeos de la coalición internacional, liderada por Washington y que ofrece cobertura aérea a las FSD.
El resto pereció por el fuego cruzado de los combates y los explosiones de coches bomba perpetradas por el EI.
Por su parte, las FSD perdieron a 108 de sus combatientes en los enfrentamientos mientras que el EI tuvo 589 bajas mortales en sus filas.
La ofensiva también ha originado un éxodo de personas que han huido de Manbech a áreas bajo el control de las FSD en el norte de Alepo.
Según las cifras del Observatorio, al menos 13.000 civiles han logrado escapar en este tiempo de Manbech y han llegado a zonas en manos de la milicia kurdo árabe.
Durante los 35 días de operaciones militares, las FSD han avanzado por la orilla occidental del río Éufrates y han cortado las carreteras que unen Manbech con las poblaciones de Al Bab, Alepo, y Yarabulus, en la provincia de Alepo; y también con Al Raqa (noreste), el bastión principal del EI en Siria.
Asimismo, han impuesto un cerco en torno a esa urbe, que el EI intentó romper ayer con una contraofensiva, sin éxito.
Mientras, las FSD tratan de avanzar dentro de Manbech, aunque deben hacerlo con cautela porque hay cientos de minas y artefactos colocados por el EI en viviendas y todavía quedan decenas de miles de civiles en su interior.
