Un coche bomba suicida dejó ayer al menos 60 muertos y 170 heridos cerca de un santuario chiíta en la ciudad iraquí de Kerbala, en un ataque que puede inflamar las tensiones sectarias.
La explosión ocurrió en un punto de control no lejos del santuario al-Abbas, ubicado entre negocios y restaurantes de la ciudad sagrada de Kerbala, 100 kilómetros al sudoeste de Bagdad. Según testigos, en ese momento el área estaba repleta de gente. Salim Khadhim, un portavoz sanitario provincial, dijo que la explosión dejó 60 muertos y 170 heridos. “Un auto entró en el puesto de control del santuario y explotó en medio de una multitud.
El ataque tiene las características de aquellos perpetrados por un grupo islámico sunita ligado a Al Qaeda, que ha buscado llevar a Irak a una guerra civil entre la mayoría chiíta y la minoría árabe sunita. REUTERS