Pan dulce, colchones y almohadas fueron algunos de los obsequios que recibieron ayer los pacientes del hospital Juan Max Boettner. La donación fue entregada por representantes de la Fundación Nuestra Señora del Huerto, organización no gubernamental que trabaja desde hace más de 35 años por mejorar la calidad de vida de los enfermos de tuberculosis.
Gladys Marín, vicepresidenta de la fundación, indicó que durante el año lograron introducir mejoras en la sala de quirófano y además se encargaron de los pagos por la compra de medicamentos para los pacientes. La medicación de los internados de este centro asistencial es una de las mayores necesidades que deben cubrirse diariamente, recordó Marín.