Expertos reales aseguran que era el duque de Edimburgo, que habría cumplido 100 años en junio, quien manejaba con mano de hierro una familia marcada por las crisis, ayudando a la reina a capear los escándalos que sacuden a la monarquía.
Su fallecimiento dejó “un enorme vacío en la vida” de la monarca, dijo su tercer hijo, el príncipe Andrés. Desde la semana pasada, los principales miembros de la familia real fueron a acompañar a la reina, empezando por sus hijos. Según el más joven, Eduardo, Isabel II está “resistiendo”, a pesar de la inconmensurable conmoción de la pérdida. La muerte del patriarca volvió a poner de actualidad las especulaciones recurrentes sobre una posible abdicación de Isabel II, que cumple 95 años la próxima semana, a favor de su hijo mayor, el príncipe Carlos, que ya tiene 72 años.
Según el diario The Times, la soberana decidió por ejemplo dejar de recibir las famosas cajas rojas que contienen documentos del gobierno durante las dos semanas de luto real.
Pero en opinión de la especialista sobre la familia real Penny Junor, “hay cero posibilidades de que la reina abdique”. “A los 21 años, prometió servir a su país durante el resto de su vida, sea larga o corta”, recordó a la AFP, refiriéndose a un famoso discurso de 1947 cuando aún era princesa.