“Durante excavaciones para colocación de tuberías, por parte del Ministerio de Obras Públicas, se encontraron materiales de diversos tipos: Cerámico, metálico además de una gran viga de madera. También un importante elemento metálico que aún no se sabe de qué se trataría. Hay especulación y datos históricos que apuntarían a un buque pero como aún no se sabe la extensión vertical y horizontal todavía no se puede caracterizar de qué se trataría”, señaló la arqueóloga Astrid Ávalos, consultora contratada por la SNC.
Indicó que luego de análisis se constató que la zanja se encontraba en una situación precaria por la cercanía de construcciones en el puerto y la alta circulación de vehículos.
“Para evitar esa situación y considerando que la situación climática por el invierno no son favorables para la conservación de los materiales, se optó por rellenar de una manera especial de modo a asegurar la integridad de la zanja y preservar los hallazgos hasta que se conforme un plan de estudio y equipo técnico para la intervención”.
Señaló que para estos casos de intervención la recomendación es el relleno con arena lavada y doble capa de geotextil para congelar la degradación del vestigio y evitar infiltración de aguas o residuos urbanos.
En zona del puerto ya fueron recolectadas más de 2.000 piezas arqueológicas.