En el 2015, con la construcción del complejo edilicio World Trade Center (WTC), en Aviadores y Santa Teresa, se plantaron pequeños lapachos sobre la calle Margarita de Jouville (hoy Laguna Grande), en el barrio Itay, con vistas a la instalación de un parque lineal. Los mismos también están muertos en gran número.
Un año después, para la materialización del Paseo La Galería, la Comuna capitalina aprobó la siembra de 1.000 naranjos agrios en el microcentro, los cuales no se sabe dónde están, además de 300 especies autóctonas en el sector de influencia de la zona de obras y otros 1.000 en el Parque del Río, en Viñas Cué, el cual es un proyecto comunal que nunca se materializó.
CRÍTICA. El biólogo Raúl Rivarola, máster en bosques y medios de vida (Universidad de Copenhagen, Dinamarca) y máster en silvicultura tropical y gestión (Universidad Técnica de Dresde, Alemania), cuestionó el sistema de mitigación que se aplica para combatir los efectos de las construcciones de envergadura.
Dijo que “la medida de mitigación tiene que ser en el lugar de la obra, no a kilómetros del sitio. Allí mismo deben compensar este tipo de construcciones. Por ejemplo, cuando se hace un supermercado queda una isla enorme de calor que disminuye la calidad de vida de sus moradores”.
“Los plantatones que se hacen son un desastre. Y les conviene a los grandes oligarcas que eso siga así, ya que no tienen ninguna responsabilidad. Es plantar todo rápido y que la Municipalidad se encargue después del seguimiento, pero se sabe que esa institución no tiene capacidad para ello”, lamentó.
Finalmente, expresó que una de las reglas del urbanismo del siglo XXI es la de no permitir más estacionamientos en la superficie que reflejen el calor, sino exigir que estos sean subterráneos; así como el Corredor Vial del Botánico debió ser un túnel y no un viaducto.
Los municipios deben exigir a firmas que ganan mucho dinero que la mitigación sea en el lugar de la obra. Raúl Rivarola, biólogo.
Echaron árboles añosos que se mitigaron con plantitas condenadas a morir por falta de control. Cira Novara, Defendamos el Botánico.
Qué dice la norma de compensación
La Ley 4928/13 de protección del arbolado urbano establece que como medida compensatoria se deberán sembrar 10 plantines por cada árbol que sea talado en el marco de alguna construcción de envergadura dentro de las ciudades. En el caso de Asunción se vienen plantando especies de vegetales nativos como ingá, lapacho, jacarandá, mora, entre otros.