Este escenario empieza a motivar sugerencias por parte de analistas, como también críticas respecto a las anunciadas medidas preparadas actualmente por el Gobierno para reactivar la economía.
En ese sentido, el economista César Barreto, ex ministro de Hacienda, considera necesario crear un programa de reactivación enfocado en las áreas urbanas para dar un impulso al empleo, al ingreso y consumo inicialmente, y que esto motive posteriormente la reactivación de la inversión privada, especialmente de las pymes.
Advirtió que sin un programa de inversiones públicas será muy difícil recuperar los niveles de actividades anteriores, y es probable que el país se quede atrapado en un círculo vicioso de baja actividad y alto desempleo, indicó.
“La apertura gradual de algunos sectores comerciales y de servicios está empezando a generar más movimiento, pero las ventas aún siguen muy deprimidas comparativamente a los mismos meses del año pasado. La actividad económica no alcanza aún ni el 70% de los niveles previos a la cuarentena en los sectores comerciales y de servicios, y las ciudades fronterizas están paradas por el cierre de la frontera”, expresó.
Volver a lo mismo. La visión del economista Luis Rojas, miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay (Sepy) e investigador del Centro de Estudios Heñói, es crítica respecto al plan de reactivación alistado hoy por el Gobierno.
El especialista cuestiona que, pese a la experiencia que está generando la pandemia en el país, hoy el Gobierno está centrando su plan solo en volver a la mismas condiciones que se tenía antes de la cuarentena, donde, según el mismo, ya se registraban serios problemas económicos en el país, con falta de oportunidades para ciertos sectores.
“Por ejemplo, ahí tenemos a una gran masa campesina prácticamente excluida de los circuitos productivos y comerciales, con muy poco apoyo. También está el sector de los trabajadores en general, más urbanos, en una situación de alta precariedad”, cuestionó.
En ese contexto, citó además la deuda pública alta, los pocos ingresos tributarios y un creciente déficit fiscal, como también las limitaciones en las áreas de salud, educación, obras públicas, que se dan por falta de recursos.
El panorama económico del Paraguay para este año es de cerrar el ejercicio con un resultado negativo del producto interno bruto (PIB). La estimación oficial, del BCP, habla de una caída económica del 2,5%, alineada a algunas previsiones de organismos internacionales. (Ver infografía).
Desde el Ministerio de Hacienda sostienen que el déficit fiscal (más gastos que ingresos) llegaría al 6% del PIB este año, mientras que la deuda pública treparía al límite del nivel recomendado y considerado sostenible, que es del 30% del producto interno bruto.