20 abr. 2024

Adopción del “dólar soja” dispara venta de la oleaginosa en Argentina

Los productores cierran fuertes volúmenes de ventas impulsados por el incentivo del Gobierno, que necesita acumular dólares para cumplir con las metas acordadas con el Fondo Monetario.

El sector agroexportador de Argentina concretó operaciones de venta de soja por unas 2 millones de toneladas en los últimos dos días, coincidiendo con la entrada en vigor de un programa oficial para incentivar las exportaciones mediante un valor más alto del denominado “dólar soja”.

Según un informe difundido este miércoles por la Bolsa de Comercio de Rosario, el total de negocios registrados de soja ascendió a 2,13 millones de toneladas entre el lunes y el martes, incluyendo tanto nuevos contratos de compraventa como fijaciones a los nuevos valores del “dólar soja” de las operaciones concertadas con anterioridad.

El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, anunció el domingo pasado la puesta en marcha de un nuevo “dólar soja”, el tipo de cambio que se utiliza para liquidar las exportaciones de la oleaginosa.

El nuevo régimen, que fija un tipo de cambio más conveniente para los exportadores del que regía hasta hace unos días, busca animar a los productores a vender sus cosechas y así aumentar las alicaídas reservas monetarias del país suramericano.

Según el titular de Economía, este nuevo régimen cambiario permitirá acumular como mínimo 5.000 millones de dólares procedentes de la liquidación de la soja hasta el próximo 30 de setiembre.

El ingreso de divisas a Argentina por exportaciones de granos y derivados totalizó en agosto 3.387,8 millones de dólares, lo que representa una subida del 11% en comparación con el mismo mes de 2021.

El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, representa casi la mitad del total de las exportaciones de Argentina, que es uno de los mayores productores y exportadores mundiales de granos y derivados. Los principales productos de exportación del país suramericano son la harina de soja, el maíz y el aceite de soja.

El país necesita dólares con urgencia para cumplir con las metas previstas en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

INDUSTRIA PIERDE VIGOR. La actividad industrial de Argentina perdió vigor en julio pasado, un mes marcado por fuertes tensiones políticas y financieras en el país suramericano, donde la elevada inflación y las restricciones a las importaciones afectan la producción manufacturera.

Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad industrial avanzó 5,1% interanual en julio, acumulando seis meses consecutivos de crecimiento pero evidenciando una desaceleración respecto de la tasa del 7,3% verificada en junio.

La producción industrial experimentó en julio un retroceso del 1,2% respecto a los niveles de junio y recortó el crecimiento acumulado en los primeros siete meses del año al 5,8%.

La industria operó en julio en un contexto de fuertes tensiones financieras y políticas.

Junio había cerrado con renovadas restricciones en el acceso a divisas para el pago de importaciones.

Esa medida, orientada a evitar una mayor caída en las reservas monetarias, no solo afectó a las industrias sino que además exacerbó las expectativas negativas en los mercados, que reaccionaron con una caída generalizada en el valor de bonos y acciones, y un fuerte salto en las cotizaciones paralelas del dólar.


Préstamo del BM
El Banco Mundial (BM) entregará en los próximos seis meses un préstamo de USD 900 millones a Argentina, informó la institución tras una reunión en Washington entre el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, y el director gerente de operaciones del BM, Axel van Trotsenburg. El Gobierno argentino planea utilizar 500 de esos 900 millones de dólares para apoyar el sistema universal de salud y a familias de bajos recursos, al igual que para financiar una obra de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.


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